La Base de Operaciones Interinstitucional, conformada por la Fiscalía General del Estado (FGE), la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), la Guardia Nacional (GN) y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), realizó un amplio operativo en municipios de la zona sur del estado de Chihuahua, tras los recientes enfrentamientos armados y la quema de vehículos que generaron un clima de violencia en la región.
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Este operativo se llevó a cabo tanto por aire como por tierra, enfocándose en las zonas afectadas. Algunas de las localidades sobrevoladas incluyen el Pueblito de Allende, Valle de Allende, Valle de Zaragoza, Hidalgo del Parral, San Juan de Allende y Talamantes, así como las carreteras Parral-Jiménez, Parral-Zaragoza y Allende-Coronado.
El objetivo principal de este despliegue fue disminuir el robo de vehículos y detectar la presencia de personas armadas, ya que en días anteriores se reportaron avistamientos de grupos armados a través de redes sociales, lo que incrementó la preocupación de los habitantes.
Este tipo de operativos ya se habían implementado anteriormente en la región, como parte de los esfuerzos de las autoridades por contener la violencia que azotó a la zona. Equipos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional realizaron recorridos de seguridad y establecieron puntos de control en áreas como San Juan de Allende, La Porreña, Rancho Blanco, Salaices, Santa Ana, Villa López, Coronado y Ejido Iturralde.
Para reforzar la seguridad, un helicóptero brindó apoyo desde el aire, permitiendo a los efectivos realizar búsquedas y reconocimientos, mientras el personal en tierra patrullaba las zonas más conflictivas. Esta estrategia se replicó en el municipio de Matamoros y se extendió a comunidades como Ciénega de Ceniceros y Valsequillo, donde además de buscar vehículos robados, se realizaron esfuerzos para detectar drogas, armas y localizar personas con órdenes de aprehensión.
Este despliegue responde a los hechos violentos ocurridos hace aproximadamente una semana en la carretera Parral-Jiménez, donde nueve personas perdieron la vida y al menos cuatro vehículos fueron incendiados. Ante la gravedad de la situación, las autoridades decidieron continuar estos operativos de manera ininterrumpida y aleatoria como parte de una estrategia coordinada desde la Mesa de Seguridad Regional.
Las autoridades hicieron un llamado a la población a reportar cualquier actividad sospechosa a través de los números de emergencia 911 o denuncia anónima al 089, con el objetivo de contribuir a la prevención de delitos y garantizar la seguridad en la región.