Roma, Italia. El papa Francisco pronunció uno de sus discursos antibelicista más emotivos durante una visita a un cementerio militar estadounidense, ocasión en la que afirmó que el mundo parece dirigirse a una guerra quizás más grande a cualquier otra en la historia.
El Pontífice ofició una misa frente a miles de personas en el cementerio Siciliano-Romano Estadounidense en la ciudad de Nettuno, al sur de la capital italiana, en el día en que los católicos romanos recuerdan a sus muertos.
En el camposanto descansan sieye mil 860 soldados estadounidenses que murieron durante la liberación del sur de Italia y Roma en 1943 y 1944.
El Papa caminó lentamente y en solitario entre las rilas de lápidas blancas y bajas con forma de cruz y estrellas de David y depositó cuidadosamente una rosa blanca en alrededor de una decena de ellas y se detuvo para orar en silencio antes de oficiar misa.
“Por favor Señor, para. No más guerras. No más de estas masacres inútiles”, declaró en tono bajo durante una homilía improvisada.
Francisco afirmó que recordar a los muchos jóvenes que murieron durante la Segunda Guerra Mundial era incluso más importante “hoy, cuando el mundo nuevamente está en guerra y se prepara para ir a la guerra aún con más fuerza”.
No entró en detalles, pero pareció referirse a la posibilidad de una guerra nuclear.
Más tarde, él y el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, leyeron una oración cada uno y luego el Papa escribió en el libro de visitas: “Este es el fruto de la guerra: odio, muerte, venganza. Perdónanos, Señor”.