/ viernes 1 de abril de 2022

Crece acoso a opositores en toda Rusia

Marcan los domicilios de “colaboracionistas” con inscripciones o grafitis con la letra “Z”, símbolo de apoyo a la invasión, y las fotos de los opositores

MOSCÚ. Las intimidaciones se han multiplicado en los últimos días en toda Rusia contra los opositores y los críticos a la ofensiva rusa en Ucrania, mediante marcas o grafitis con la letra “Z” o inscripciones que marcan el domicilio de la persona con la palabra “colaboracionista”.

El pasado miércoles por la noche, un aliado del opositor encarcelado Alexéi Navalni, Ilia Pajomov, publicó una foto de su domicilio en Rusia vandalizado con dos letras “Z” dibujadas con pintura blanca.

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Esta letra ha sido usada como un signo de apoyo a las tropas rusas que combaten en Ucrania, ya que está pintadas en varios vehículos militares.

Estos grafitis están acompañados por una pancarta con una foto del activista sobre la que se escribió “Colaborador” y “No vendas a tu patria”.

“Ya he visto esto (estas amenazas) en las redes sociales, claramente es una acción organizada 'desde arriba'. Voy a declararlo a la policía” reaccionó en Twitter.

La opositora Liudmila Shtein publicó por su parte una foto de una pancarta similar que incluía su foto, colocada en una puerta.

El 24 de marzo, Aléxei Venediktov, exredactor jefe de la radio independiente Eco de Moscú, recientemente obligada a cerrar, recibió ante la puerta de su domicilio una cabeza decapitada de cerdo, en la que se pegó un emblema de Ucrania con la inscripción en alemán “judensau”: “cerdo judío”.

Cuatro días después, la puerta del domicilio de Oleg Orlov, un responsable de la ONG Mémorial, pilar de la defensa de los derechos humanos en Rusia, también fue pintada con una ªZ” y la inscripción “colaboracionista”.

Desde la ofensiva contra Ucrania el 24 febrero, las autoridades han reforzado su presión contra los últimos medios independientes y opositores en Rusia.

Paralelamente los “Z” de apoyo al Kremlin y su ofensiva en Ucrania se exhiben en los edificios en Moscu, donde proliferan las banderas nacionales durante las manifestaciones en favor del poder, o en las ventanillas de los coches.

El gobierno de Ucrania ya ha pedido a la comunidad internacional “criminalizar” el uso de la letra 'Z' como símbolo para apoyar a Rusia en la invasión del territorio ucraniano.

“Pido a todos los Estados que criminalicen la utilización del símbolo 'Z' como forma de apoyar públicamente la agresión de Rusia contra Ucrania”, escribió la semana pasada el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, en un mensaje de Twitter.

Así, ha señalado que la 'Z' implica “bombardeos de ciudades y crímenes de guerra”, además de “miles de asesinatos de ucranianos”. “El apoyo público a esta barbaridad debe estar prohibido”, dijo.

Para ello, especificó que el símbolo debería ser ilegalizado para que exista una “responsabilidad penal” por su uso

APRUEBAN A PUTIN

Aproximadamente 83 por ciento de los rusos aprueba la acción de Vladimir Putin, que ganó 12 puntos en popularidad con respecto a febrero, según la encuesta publicada ayer por el instituto ruso independiente Levada, su primer sondeo desde el inicio de la ofensiva en Ucrania.

Solo 15 por ciento de los rusos dicen no aprobar la acción del presidente (-12 por ciento en un mes) y 2 por ciento no tienen opinión.

El primer ministro Mijaíl Misuri ganó 11 puntos (71 por ciento, contra 60 por ciento en febrero) y el gobierno 15 puntos (70 por ciento contra 55 por ciento en febrero).

Las encuestas anteriores se habían hecho públicas en las últimas semanas y ya mostraban un índice de popularidad de Putin de 80 por ciento o más, pero eran realizadas por instituciones progubernamentales.

Vladimir Putin justificó la ofensiva militar rusa contra Ucrania acusándolo de haber organizado un genocidio de la población rusoparlante sobre todo en la región del Donbás y de servir de trampolín a la OTAN, amenaza existencial para Rusia.

Este mensaje es transmitido a diario por los medios de comunicación estatales, mientras que las voces críticas han sido obligadas al silencio o al exilio, bajo pena de severas sanciones penales en caso de palabras que denigren la acción del ejército ruso.

Rusia también prohibió algunas de las redes sociales -Facebook, Twitter, Instagram, TikTok-, acusadas de tener una línea editorial contra el gobierno.

MOSCÚ. Las intimidaciones se han multiplicado en los últimos días en toda Rusia contra los opositores y los críticos a la ofensiva rusa en Ucrania, mediante marcas o grafitis con la letra “Z” o inscripciones que marcan el domicilio de la persona con la palabra “colaboracionista”.

El pasado miércoles por la noche, un aliado del opositor encarcelado Alexéi Navalni, Ilia Pajomov, publicó una foto de su domicilio en Rusia vandalizado con dos letras “Z” dibujadas con pintura blanca.

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Esta letra ha sido usada como un signo de apoyo a las tropas rusas que combaten en Ucrania, ya que está pintadas en varios vehículos militares.

Estos grafitis están acompañados por una pancarta con una foto del activista sobre la que se escribió “Colaborador” y “No vendas a tu patria”.

“Ya he visto esto (estas amenazas) en las redes sociales, claramente es una acción organizada 'desde arriba'. Voy a declararlo a la policía” reaccionó en Twitter.

La opositora Liudmila Shtein publicó por su parte una foto de una pancarta similar que incluía su foto, colocada en una puerta.

El 24 de marzo, Aléxei Venediktov, exredactor jefe de la radio independiente Eco de Moscú, recientemente obligada a cerrar, recibió ante la puerta de su domicilio una cabeza decapitada de cerdo, en la que se pegó un emblema de Ucrania con la inscripción en alemán “judensau”: “cerdo judío”.

Cuatro días después, la puerta del domicilio de Oleg Orlov, un responsable de la ONG Mémorial, pilar de la defensa de los derechos humanos en Rusia, también fue pintada con una ªZ” y la inscripción “colaboracionista”.

Desde la ofensiva contra Ucrania el 24 febrero, las autoridades han reforzado su presión contra los últimos medios independientes y opositores en Rusia.

Paralelamente los “Z” de apoyo al Kremlin y su ofensiva en Ucrania se exhiben en los edificios en Moscu, donde proliferan las banderas nacionales durante las manifestaciones en favor del poder, o en las ventanillas de los coches.

El gobierno de Ucrania ya ha pedido a la comunidad internacional “criminalizar” el uso de la letra 'Z' como símbolo para apoyar a Rusia en la invasión del territorio ucraniano.

“Pido a todos los Estados que criminalicen la utilización del símbolo 'Z' como forma de apoyar públicamente la agresión de Rusia contra Ucrania”, escribió la semana pasada el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, en un mensaje de Twitter.

Así, ha señalado que la 'Z' implica “bombardeos de ciudades y crímenes de guerra”, además de “miles de asesinatos de ucranianos”. “El apoyo público a esta barbaridad debe estar prohibido”, dijo.

Para ello, especificó que el símbolo debería ser ilegalizado para que exista una “responsabilidad penal” por su uso

APRUEBAN A PUTIN

Aproximadamente 83 por ciento de los rusos aprueba la acción de Vladimir Putin, que ganó 12 puntos en popularidad con respecto a febrero, según la encuesta publicada ayer por el instituto ruso independiente Levada, su primer sondeo desde el inicio de la ofensiva en Ucrania.

Solo 15 por ciento de los rusos dicen no aprobar la acción del presidente (-12 por ciento en un mes) y 2 por ciento no tienen opinión.

El primer ministro Mijaíl Misuri ganó 11 puntos (71 por ciento, contra 60 por ciento en febrero) y el gobierno 15 puntos (70 por ciento contra 55 por ciento en febrero).

Las encuestas anteriores se habían hecho públicas en las últimas semanas y ya mostraban un índice de popularidad de Putin de 80 por ciento o más, pero eran realizadas por instituciones progubernamentales.

Vladimir Putin justificó la ofensiva militar rusa contra Ucrania acusándolo de haber organizado un genocidio de la población rusoparlante sobre todo en la región del Donbás y de servir de trampolín a la OTAN, amenaza existencial para Rusia.

Este mensaje es transmitido a diario por los medios de comunicación estatales, mientras que las voces críticas han sido obligadas al silencio o al exilio, bajo pena de severas sanciones penales en caso de palabras que denigren la acción del ejército ruso.

Rusia también prohibió algunas de las redes sociales -Facebook, Twitter, Instagram, TikTok-, acusadas de tener una línea editorial contra el gobierno.

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