Los partidos políticos reforzaron posiciones, en las últimas horas de la campaña para las elecciones regionales en Cataluña de mañana, una contienda entre independentistas y constitucionalistas que, según los sondeos, se presenta muy igualada entre ambos bloques.
Ha sido una campaña atípica, con una buena parte de los candidatos soberanistas investigados por la Justicia por su participación en el proceso independentista ilegal.
Son dieciocho en total, entre ellos el expresidente del gobierno regional catalán Carles Puigdemont, huido a Bruselas tras proclamar la república catalana, o en prisión, como el que fuera su vicepresidente, Oriol Junqueras.
La prisión de Estremera, en Madrid, donde se encuentra el exvicepresidente catalán desde el pasado 2 de octubre, acusado de los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos, fue el escenario elegido ayer por ERC para cerrar su campaña electoral.
La número dos de esa candidatura, Marta Rovira, denunció allí que Junqueras permanezca encarcelado sin juicio, y pidió “más democracia” para resolver los conflictos mediante el diálogo.
Por su parte, en una entrevista radiofónica desde Bruselas, Puigdemont retó al Estado a “retirar las causas judiciales” por el proceso independentista si esta opción gana, pues lo contrario en su opinión sería “no respetar la democracia”, y auguró que el 21 de diciembre se verá que no ha funcionado la “receta” del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy.
Precisamente Rajoy cerró ayer los actos del Partido Popular en Cataluña pidiendo a los suyos un último esfuerzo para convencer a los votantes indecisos, y así poder “dar la vuelta” a todos los efectos económicos negativos que ha tenido el proceso independentista.