Candidato presidencial de Ecuador, denuncia atentado contra auto donde viajaba su hijo

El candidato presidencial Jimmy Jairala informó que el chofer resultó herido al recibir cuatro impactos de bala

AFP

  · domingo 20 de octubre de 2024

Vehículo de Jimmy Jairal.a | Foto: X @jimmyjairala

El candidato presidencial de Ecuador Jimmy Jairala denunció este domingo que el vehículo en el que se trasladaba su hijo fue baleado durante la madrugada, ataque del que resultó herido el chofer del automóvil.

"Hace más o menos una hora, el vehículo -mi vehículo- en el que viajaba mi hijo, su novia y un grupo de amigos, manejado por el chofer que hace seguridad (...) fue baleado" con al menos nueve disparos, dijo el candidato en un video publicado en su cuenta de la red social X el domingo cerca de las 03:30 horas locales (06:30 GMT).

Según denunció el dirigente, el atentado se produjo en la ciudad portuaria de Guayaquil (suroeste). Cuatro balas alcanzaron al chofer del vehículo, quien se encuentra hospitalizado, afirmó.

Su hijo y sus acompañantes "están ilesos", agregó este exprefecto de la provincia del Guayas, Guayaquil.

Las autoridades no se han pronunciado sobre el ataque, aunque Jairala aseguró que el vehículo fue trasladado a Criminalística para un análisis balístico.

"Espero que la policía haga las investigaciones de rigor", dijo el candidato.

También publicó imágenes de los impactos de bala que recibió el automóvil y las manchas de sangre que dejó el conductor herido.

Jairala es candidato presidencial para las elecciones de 2025 por el partido Centro Democrático.

Desde 2023, cerca de una docena de políticos han sido asesinados en Ecuador, un país que pasó de ser una isla de paz a un centro de operaciones del crimen organizado.

Durante la campaña presidencial de ese año, el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado con varios disparos mientras salía de un acto de campaña. Villavicencio fue un periodista cuyas investigaciones salpicaron a altos funcionarios, empresarios y líderes criminales.

La pugna por la rutas del narcotráfico y la infiltración de organizaciones ilegales en el Estado han teñido de sangre las cárceles y calles de la nación, que el año pasado registró el récord de 47 homicidios por cada 100 mil habitantes, lejos de los 6 por cada 100 mil habitantes de 2018.