NACIONES UNIDAS. El presidente de EU, Donald Trump, se estrenará mañana ante la Asamblea General de la ONU dispuesto a repartir abrazos a mandatarios aliados como los de Israel y Egipto, y reproches a Corea del Norte y Venezuela, además de insistir en que hay que reformar las Naciones Unidas.
Esta Asamblea General parece particularmente relevante, porque sentará en buena medida el tono de la relación entre el presidente Donald Trump y la ONU, un organismo que el mandatario estadunidense ha denostado de manera reiterada.
Durante su campaña electoral, Trump criticó duramente a la ONU y puso en duda la eficacia del organismo ante las crisis y desafíos actuales, además de subrayar su excesiva dependencia de la financiación estadounidense, por lo que está por decidir si cortará drásticamente su presupuesto.
Trump llegó ayer a Nueva York procedente de su club de golf de Bedminster (Nueva Jersey) y se alojará hasta el próximo jueves en la torre que posee en pleno Manhattan.
Su agenda oficial comenzará hoy con una serie de reuniones bilaterales y actividades paralelas, pero lo más esperado es el discurso con el que Trump debutará el martes ante la Asamblea General.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, asegura haber visto ese discurso y cree que en él Trump “abofetea” por un lado “a las personas adecuadas” y, por otro, “abraza” a aquellos que considera que lo merecen.
La crisis nuclear con Corea del Norte, el futuro del acuerdo nuclear con Irán y la represión militar de Birmania con la minoría musulmana rohinyá son los temas que están en el tope de la agenda del mayor encuentro diplomático mundial.
La crisis norcoreana ha desplazado a la guerra en Siria del tope de la agenda mundial, pero no hay acuerdo entre las potencias sobre los pasos diplomáticos necesarios para evitar la guerra.
En ese sentido, la Asamblea General será también el foro donde tanto Rusia como China, representados por sus cancilleres y no por sus jefes de estado, expondrán sus posiciones sobre el desafío nuclear de Corea del Norte.
El presidente francés Emmanuel Macron también hará su debut, al igual que el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, que lleva nueve meses en el cargo.
México será representado por el canciller Luis Videgaray, quien participará en el plenario la noche del jueves.
Se espera que Trump hable sobre todo para su base doméstica, reafirmando los temas que lo han tornado popular en Estados Unidos, pero los diplomáticos no descartan algunas señales de cambio, por ejemplo sobre cambio climático.
Los amigos y enemigos de Washington lidian con las implicaciones de la política “Estados Unidos primero” de Trump, y su discurso será sometido a un severo escrutinio.