El movimiento telúrico de las 7:52 horas de ayer que tuvo una magnitud de 6.1, con una profundidad de 75 kilómetros y con epicentro en el municipio de Unión Hidalgo, Oaxaca, es una réplica del sucedido el 7 de septiembre de magnitud 8.2, por la cercanía con el epicentro del sismo principal, registrado en Pijijiapan, Chiapas, señalaron especialistas del Servicio Sismológico Nacional, dependiente de la UNAM.
“Se trató de una réplica del sismo principal del 7 de septiembre, el cual fue muy grande en magnitud por su carácter intraplaca, es decir, la Placa de Norteamérica subdujo por debajo de la Placa de Cocos lo que ha llevado a un “reacomodo” de toda la zona. Hasta el momento se han registrado cuatro mil 287 réplicas, una de éstas ocurrida la mañana de hoy (ayer)”, explicó Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional (SSN), del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Pérez Campos aclaró que cada sismo y sus réplicas se comportan de manera diferente, por lo que subrayó que no hay forma de decir “cuándo y cómo vendrá otro movimiento”.
Descartó que exista una relación entre los movimientos del 7 y 19 de septiembre por la distancia en tiempo y espacio (12 días y 600 kilómetros de sus epicentros), pero “se encuentra bajo estudio de especialistas” si es que hubiere alguna conexión.
La jefa del SSN pidió tener especial atención a la diferencia entre magnitud e intensidad en un sismo. “El del 19 septiembre de magnitud 7.1 fue un sismo más pequeño porque emitió menos energía, sin embargo, fue más intenso para la Ciudad de México debido a la cercanía del epicentro (Morelos-Puebla) y por los efectos del Lago de Texcoco, por eso la gente lo sintió más fuerte que al ocurrido el 7 de septiembre de magnitud 8.2”, afirmó la especialista.
Ya no se mide en Escala de Richter
Por otra parte, dijo que las metodologías e instrumentos de medición sismológicos no son los mismos de hace más de 30 años, por lo que ya no se denomina escala de Richter. “La magnitud ya no se mide en grados, la escala es “Magnitud de Momento Sísmico”.
Leonardo Ramírez Guzmán de la Unidad de Instrumentación Sísmica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, expuso que lo que ocurre en la Ciudad de México es muy particular, ya que la urbe está sobre el Antiguo Lago de Texcoco.
“En el curso de casi 500 años lo hemos llenado con depósitos que provocan esos intensos y anómalos movimientos, lo que ocurrió el 19 septiembre es lo que técnicamente se llama Efecto de Cinturón, las edificaciones colapsadas están ubicadas en la zona de transición”, aseveró.
Calma y precaución en caso de sismo Xyoli Pérez aseguró que “hemos vivido dos de los sismos más importantes de nuestra historia como país”, por lo que es natural sentir ansiedad, no obstante pidió en todo momento mantener la calma.
“Nuestro país es altamente sísmico, tenemos que estar preparados, no preocupados todos los días. Ante la calma podemos reaccionar mejor”, señaló.
Finalmente, Hugo Delgado, director del Instituto de Geofísica de la UNAM, hizo un llamado a evitar la transmisión de información sin rigor o falsa, además de tener en cuenta las indicaciones que emite el Servicio Meteorológico Nacional, cuya información fidedigna y que coloca de manera transparente en sus diversas plataformas de comunicación como su página ssn.unam.mx, donde hay artículos de divulgación científica de acceso para toda la población que quiera saber más acerca de los sismos.
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