El presidente Andrés Manuel López Obrador está cegado con su estrategia de “abrazos, no balazos” y se niega a escuchar a la sociedad civil para combatir la criminalidad, declaró el rector jesuita de la Universidad Iberoamericana Torreón, Juan Luis Hernández, en entrevista exclusiva para este medio.
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“Él está obcecado en su estrategia de abrazos, no balazos, pero hemos visto que han avanzado los controles del narco, llamamos a una autocrítica responsable al Gobierno federal”, dijo desde León, Guanajuato, donde se desarrolla la Reunión Anual del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), integrada por ocho campus en todo México.
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Los participantes exigieron seguridad para los misioneros de Cerocahui, Chihuahua, donde fueron asesinados los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como el guía de turistas Pedro Palma.
“La estrategia de apostarle a las políticas sociales es mirar a largo plazo, lo que necesitamos es que el narco no avance, además quitarle el control de los territorios, y para eso hay expertos y para eso el Presidente tiene que escuchar a la sociedad civil, a las universidades, a los empresarios, tiene que hacerlo de la mano de la sociedad. Hace mal en no escucharnos, está concentrado en su estrategia, pero no se puede dejar a la ciudadanía y tener un estado ausente. La sociedad tributa doble impuesto en México: para el SAT y para quienes los extorsionan, esto es inadmisible”, dijo el rector de La Laguna.
Lamentó que el presidente de México haya declarado cuatro días después que el Estado mexicano va tras los criminales.
“Fue porque el perfil de los sacerdotes jesuitas llamó la atención nacional e internacional y eso provocó que los gobiernos tanto de Chihuahua como federal traten de dar resultados expeditos, pero esto no sucede con las personas comunes…
“Yo supongo que van a dar con el asesino, pero me parece difícil que los gobiernos no sepan quienes están en los territorios; hace muchos años los narcos en la zona tarahumara estaban identificados por el Gobierno local y estatal, y las instancias federales”, dijo el rector jesuita.
Por su parte, en un comunicado de prensa, el Sistema Universitario Jesuita lamentó el fracaso de la administración lopezobradorista en materia de seguridad.
“En noviembre de 2018, ya como presidente electo, Andrés Manuel López Obrador presentó un plan de pacificación integrado por nueve medidas estructurales asociadas con la prevención, reconstrucción de los tejidos sociales y construcción de paz. A cuatro años de distancia, hemos visto desvanecerse esas nueve propuestas y solo ha prevalecido la figura de la Guardia Nacional, un cuerpo policial militarizado, como única medida para pacificar el país. Hoy, con una cifra acumulada superior a las 120 mil personas fallecidas en lo que va del sexenio, tenemos que decir que la estrategia fracasó”.
Ayer por la mañana, la Compañía de Jesús confirmó que los cuerpos recuperados en la Sierra Tarahumara corresponden a los dos religiosos y el guía de turistas asesinados.
Mañana a medio día se realizará una misa de cuerpo presente para los dos sacerdotes en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en la capital de Chihuahua, y el domingo serán velados en Cerocahui, municipio de Urique.
En tanto, los restos de Pedro Palma, el guía de turistas, fueron velados por sus seres queridos ayer en la capital chihuahuense.
El subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía Berdeja, indicó que se solicitó apoyo a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos para localizar y detener a José Noriel Portillo, alias El Chueco, identificado como el responsable de los homicidios.
Elementos de seguridad pública de Chihuahua, en coordinación con efectivos del Ejército, detuvieron en Urique a César Iván N, primo de El Chueco. Aun falta conocer el paradero de otros dos hombres que el presunto homicida secuestró antes del asesinato de los clérigos.
Nota publicada originalmente en El Sol de León