Un grupo de cerca de 20 seguidores del ícono de la Revolución Mexicana, Francisco Villa, denominado “Villistas de Monterrey” acudió la tarde de este sábado al lugar de descanso del general en el panteón Dolores para llevar serenata y cantar corridos en homenaje al hito histórico, provenientes del estado de Nuevo León, tuvieron que postergar su tradicional visita que año con año se realiza en las Jornadas Villistas y que este 2020 por motivos de la pandemia se hizo en estas fechas y con menor número de seguidores del “Centauro del Norte".
La tumba del general, se llenó de vida, con los cantos del cuarteto ranchero que acudió al Panteón más antiguo de Parral, la tarde de este sábado, para conmemorar y homenajear a Francisco Villa, tradición que cada año se lleva a cabo por el grupo de “Villistas de Monterrey NL”
Por motivos de la contingencia Covid-19, las pasadas Jornadas Villistas impidieron la afluencia turística, por lo que aplazaron su viaje hasta el mes de septiembre ya que aseguran no pueden dejar de visitar los aposentos del general, al ser seguidores de “hueso colorado”
“Viva Villa” se escuchaba por los caminos que rodean este cementerio, al mismo tiempo que el sonido de cuando chocan las copas de tequila que los visitantes de Nuevo León estaban bebiendo con alegría y el canto de los corridos que aluden al Centauro del Norte.
Ricardo Amaya, líder integrante de este grupo de personas, dijo que año con año, la visita efectuada se realiza durante las Jornadas Villistas y pertenece a una agrupación que supera los 50 seguidores Villa, siendo sólo unos 20 quienes llegaron esta vez.
En el lugar donde reposan los restos del icono revolucionario, estas personas instalaron diversos objetos, como veladoras, artículos personales, imágenes religiosas entre otros, para que se carguen de la energía del líder de la División del Norte.
Las canciones icónicas de la Revolución fueron ejecutadas por un grupo local y se entonaron varios corridos como el de la “Carabina 30 30” “Corrido de Durango” entre otros que fueron despedidos con aplausos y gritos en un ambiente que parecía transportar a la época de la Revolución Méxicana.