A las 4 de la tarde en punto, luego de una refriega de casi hora y media, entre confrontaciones a palos y piedras, el embate de una camioneta contra el enrejado de la Guardia Nacional, quema de árboles y unas oficinas de la CFE incendiadas, algunos heridos y haber tolerado el recibir decenas de bombas lacrimógenas, una turba de cientos de manifestantes logró tomar el control de la presa Boquilla.
Los militares a esa hora levantaron banderas blancas y concluyó la refriega de una hora y 18 minutos.
En una mezcla de vítores de alegría, expresiones groseras, levantando los brazos, los manifestantes que hicieron varios frentes para lograr ingresar a las instalaciones federales, tomaron el control de la presa y estaban en espera de la llegada de personal de la Comisión Nacional del Agua, para el cierre de las válvulas dela contenedora.
De hecho a las 4 de la tarde con 15 minutos se anunció formalmente que se redujo la extracción del flujo de la presa que estaba siendo enviado por el rió Conchos hacia la cuenca del Bravo.
A las 4:18 se estaban retirando los militares mientras que un helicóptero oficial sobrevolaba la zona que en momentos se tornó de confrontación con gas toxico y cientos de manifestantes que no se quedaron en el nivel del discurso de la reunión convocada para reprochar la salida del agua de la presa, tomaron la decisión de irrumpir en las oficinas de la contendora y controlar la salida de líquido de la contenedora.