El centro comercial de la ciudad opera apenas con un 16 por ciento de los negocios, la mayoría están cerrados, incluso varios de ellos lo hicieron de manera definitiva al observarse la leyenda de “Se renta”, en aparadores.

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A raíz de las restricciones para algunos giros de empresas, además de la evidente baja en los clientes potenciales, los negocios del centro comercial de Parral muestran problemas de operación y esta se ha reducido a su mínima expresión.

Cabe recordar que el Gobierno Federal ante la contingencia generada por el Covid-19 ha tomado medidas restrictivas que incluye el no visitar lugares concurridos, y salir lo menos posible, lo anterior agregado a los decretos que imposibilitan legalmente la operación de empresas consideradas no esenciales.

En un recorrido efectuado en las principales calles del centro de la ciudad, se observa inactividad, no pocos negocios tienen semanas cerradas sus puertas a la atención al público.

En las calles del Cerro, Colegio, Ojinaga y Coronado se contabilizaron 125 locales, de los cuales sólo 19 estaban en operación. Algunos de estos establecimientos no cierran porque están en espera de una indicación oficial.

Pablo García, gerente de una de las tiendas Aldos, comentó que 5 sucursales de la cadena permanecen abiertas, dijo que esperan de recibir una notificación de la autoridad para dejar de abrir.

Los establecimientos que siguen abiertos, como tiendas de importaciones, farmacias, bancos y tiendas de abarrotes, mantienen acceso limitado a sus clientes. Las tiendas de abarrotes por ejemplo solo se permite que estén dos personas en el interior de su local.

Otras modificaron su horario de funcionamiento. La apertura y cierre fueron modificados, las zapaterías anunciaron con cartelones, “de 11:00 am -7:00”, esto derivado a raíz de que el transporte público cambiara sus corridas.

Son 106 locales comerciales de las arterias antes mencionadas los que cerraron, dejaron de tener acceso al público ante el exhorto de Gobierno del Estado. La Cámara de Comercio de Parral advirtió que en esta contingencia algunos negocios podrían cerrar.

Lo anterior ya no es una posibilidad, es una realidad, varios de los locales vacíos ya mostraban los letreros de “se renta” en los aparadores. El cierre comenzó a inicios de abril, el centro de la ciudad continúa viéndose con más cortinas metálicas cerradas, candados y con mensajes dirigidos a la clientela.