Saucillo, Chih.- Continúa estancado el avance del proyecto para extraer agua de la mina de Naica e irrigar las tierras del ejido, por lo cual todavía está disponible un recurso mayor a los cuatro millones de pesos del gobierno estatal, para impulsar la agricultura en los predios que rodean al mineral.
Aidé López de Anda, presidente municipal de Saucillo, admitió que el tema se ha prolongado pero que definitivamente no está cerrado, explicando que los representantes del ejido y de la compañía minera están todavía en negociaciones.
Dijo que tanto el gobierno municipal como el gobierno estatal están a la espera de que las partes involucradas concluyan con un acuerdo, a fin de avanzar en el proyecto.
La alcaldesa reafirmó que su administración ha sido coadyuvante en todo lo que se le ha permitido, además de gestionar el recurso de cuatro millones y medio de pesos en gobierno del estado, con la intención de habilitar las líneas de conducción del agua.
Sin embargo, por la situación de pandemia y la falta de un arreglo definitivo entre el ejido y la mina, no se ha avanzado.
La entrevistada afirmó que el dinero lo ha peleado su gobierno “con uñas y dientes” para que no se pierda, mencionando que la semana pasada se reunió con el secretario de Desarrollo Rural del gobierno del estado, quien confirmó que el recurso sigue vigente.
“Estamos a la espera de que puedan llegar a una negociación, y también que nos puedan hacer una propuesta de en qué se puede utilizar este recurso con el ánimo de beneficiar a los productores, a la economía social del seccional de Naica”, reiteró López de Anda.
Cabe recordar que el proyecto para el ejido contemplaba empezar a cultivar a partir de febrero de este año sobre una superficie de 200 hectáreas, las cuales se irrigarán con el agua extraída de la mina durante los próximos tres años. Previamente, en diciembre y enero, tendrían que haberse preparado los terrenos con la nivelación y las obras de conducción del agua.
Lo anterior representaría la reactivación de la vida económica en Naica por el fomento de la agricultura y el apoyo a la ganadería, lo que a su vez ayudaría a reconstruir el tejido social, que depende de la estabilidad.