Debido a la sequía, de 450 toneladas de miel que se producían en años pasados, se espera que este año, apenas se logren 350. La escasez de lluvia, ha mermado la cosecha del néctar.
Las limitadas precipitaciones pluviales, ha generado estragos en el nivel de polen que recolectan las abejas, la elaboración de miel tiene una tendencia a disminuir hasta en un 40 por ciento, pero se advierte que el escenario podría ser peor. La flor no alcanza a crecer y la polinización de las abejas es bajo.
El Ingeniero José Luis González, mencionó que en años pasados, la producción de miel había sido de 450 toneladas anuales; sin embargo, este año se espera que la producción llegue cuando mucho al 60 por ciento en relación al 2018.
Señaló que de seguir con lluvias aleatorias a lo más que se aspira es a alcanzar 350 mil kilos; no obstante, la temporada “Alta” de lluvias terminó en agosto, por lo que se puede deducir, que esa producción ya de por si baja, ni siquiera se logre.
El precio de la miel, actualmente se vende de 35 a 40 pesos el kilo al mayoreo y advirtió que pese a las leyes económicas de la oferta y la demanda, ante un eventual escenario de escases de miel, el valor podría no aumentar pese a la escases, dado que para ser competitivos en los mercados internacionales, incluso se tiene que llegar a bajar su valía.
Explicó que desafortunadamente el mercado internacional de la miel, se encuentra saturado. Países como china y argentina han inundado el mercado europeo - que es el principal comprador mexicano- por ende y ante la baja producción el principal comprador podría buscar otros proveedores.
Por su parte el licenciado Gonzalo Lugo, apicultor desde hace ya 40 años, dijo que la actividad se ha ido perdiendo. En México hay poco interés en mantener la práctica de este rubro.
La miel que a veces traen vendedores en puestos móviles, en su mayoría es de maíz, pero la hacen pasar como de abeja, agregándole el pedazo de panal.
La crisis productiva se debe a la falta de lluvias y coincidió en que la cosecha de este año, se verá mermada.
El problema no es nuevo –el de la baja producción-, se ha venido arrastrando desde hace 10 años. No hay un programa de fomento a la apicultura, tampoco inversión estatales o federales que ayuden a mantener la actividad factores que inciden en la baja producción.