Balleza, Chih.- Dos largos períodos de sequía que prometen prolongarse este 2021, mantienen agobiados de sed a los pobladores de 430 comunidades asentadas en el municipio de Balleza, situado al sur del estado y en pleno corazón de la Sierra Madre Occidental conocida como Tarahumara, donde el 85% de sus habitantes son de pueblos originarios.
Roberto Arturo Medina Aguirre, presidente municipal de Balleza, externa su preocupación por la prolongada ausencia de lluvias en la región, “no llovió el año pasado y los problemas parece crecerán ante la falta de precipitaciones en este inicio de año”, dice.
Por ello estamos solicitando de urgencia apoyos de los gobiernos estatal y federal, para enfrentar una condición difícil que se complica por la seca, la falta de cultivos y de pastizales.
Arturo Medina gobierna Balleza desde el año de 2016, se reeligió el año de 2018 y concluirá este año su segundo mandato, gobierna a 16 mil 440 habitantes de las cinco secciones municipales en que se divide su territorio: Baquiriachi, Cristóbal Colón, El Vergel, General Carlos Pacheco, San Juan.
Su principal problema es la falta de agua, sus pobladores beben agua de manantiales, arroyos y del río San Juan que proviene de Durango, y en el mejor de los casos de pozos que han visto disminuido por la sequía, el manto freático de donde se extrae el vital líquido.
Balleza es un municipio con alto grado de marginación, además de presentar deficiencias en materia de vivienda, acceso a servicios básicos, salud y educación de calidad, según reporta el plan municipal de desarrollo 2018-2021.
Medina señala que recursos naturales de su municipio son representados por el bosque de clima templado que ocupa el 78.98% del territorio; pastizal el 17.84% y selva 0.13%. El uso predominante del suelo es forestal, agrícola y ganadero; los tres en estos momentos afectados por la sequía.
El municipio tiene una extensión territorial de 7 mil 073 kilómetros cuadrados, con una densidad poblacional de 3 habitantes por kilómetro cuadrado en sus 430 comunidades, lo que genera esta dispersión humana en la complicada geografía serrana a una altitud promedio de 2 mil 902 metros sobre el nivel del mar.
Como ven, tenemos un deficiente sistema de agua potable, y con el apagón que dejó sin electricidad a gran parte del territorio estatal se quemó un transformador y la bomba de agua de uno de nuestros pozos, dijo.
Estamos adquiriendo dos pipas para surtir lo más que podamos a nuestras comunidades, el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Desarrollo Municipal nos otorgó el 50 por ciento del costo de las mismas, nosotros estamos aportando el resto.
Pero la geografía juega en nuestra contra, explica, tenemos comunidades como Las Tinas, en el ejido San Carlos, de la comunidad de El Vergel, a seis horas de camino por terracería, o comunidades como San José de Tabaría, en el ejido Tecorichi también a seis horas de traslado.
El hambre nos amenaza en las comunidades de los pueblos originarios, ellos siembran maíz, frijol, calabaza y en algunos lugares papa, todos estos cultivos de temporal.
Explica que, como el año pasado no llovió, toda la cosecha otoño-invierno se perdió, y que ahora se pronostica un inicio de año seco, por lo que la siembra de primavera-verano estará a lo que Dios mande.
Estos pueblos explotan el bosque y mantienen hatos de ganado para su alimentación, no han dejado de trabajar, pero sin el apoyo de su siembra de autoconsumo, sufrirán, lo mismo que por la falta de agua para ellos y sus animales, dice el alcalde de Balleza.
No ha parado la “seca” y no hay pastos, por lo que la compra de pacas de esquilmos, es la única solución para mantener el ganado, en eso está ayudando el Gobierno del Estado, que logró un trato con los agricultores de la entidad para que dejarán sus esquilmos para mantener el ganado local.
Nuestros conciudadanos acuden a trabajar a las pizcas de nuez, algodón, chile en los municipios de Jiménez, Delicias, Camargo y Ojinaga, pero ahora que no habrá agua para sembrar grandes extensiones de tierras agrícolas por la falta de agua en las presas, no sabemos qué va a pasar con esos jornales que son vitales para la subsistencia de los ballezanos.
Estamos solicitando a los gobiernos estatal y federal, apoyos para generar jornales de autoempleo en las comunidades, ellos tienen madera y pudiéramos generar talleres de carpintería para la elaboración de muebles, arreglo de caminos, de cercos y de corrales, comenta.
Sin los apoyos sociales que hemos entregado y seguiremos llevando a las comunidades como son maíz, frijol, despensas alimenticias, no sé cómo habríamos terminado el año 2020, esto aunado a la pandemia y la falta de lluvia, recuerda.
Finalmente expresa su preocupación por el año que inicia, no hay ni siquiera semillas para sembrar, ya que como no hubo cosecha el año pasado, no se generaron las semillas que se requieren para el próximo ciclo agrícola.
