El delegado del Bienestar en Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa, señaló que los reclamos sobre el Tratado de Agua de 1944, por el que se debe pagar a Estados Unidos, tienen un “interés político”, pues los agricultores de la zona centro sur de la entidad, tienen el agua asegurada para el ciclo 2020, contrario a lo que han expuesto en las manifestaciones en las que incluso ha habido disturbios.
Señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador, es un hombre de palabra, y está cumpliendo a cabalidad anteponiendo las necesidades de los productores, pero cumplir con el Tratado de Agua de 1944, también es un asunto que demanda cumplimiento, pues de no hacerlo, los mismos agricultores se verían afectados en un futuro.
En este sentido, señaló que ante un incumplimiento, el gobierno del país vecino podría optar cobrar ciertos aranceles, lo que tendría un impacto negativo para la economía del estado, empezando por los mismos productores.
“Han engañado”
Los mismos productores que han participado en protestas y manifestaciones exigiendo que no se pague el tratado con Estados Unidos, son quienes señalan que han sido víctimas de amenazas e incluso multas, por parte de algunos presidentes de módulos de riego. “La amenaza que han denunciado es que si no participan en este tipo de actos, no se les va a entregar el agua”, refirió el delegado.
Lo anterior, explicó, porque la Comisión Nacional del Agua, “entrega” el suministro a los módulos de riego. “Algunos presidentes, como el del módulo 07 en Lázaro Cárdenas, han sido señalados y estamos investigando, porque entonces esto es una forma de huachicoleo”, precisó.
Agregó que el agua está garantizada para el ciclo 2020, “pero eso no lo dicen, ha habido mucho engaño, no han dicho que hay denuncias de los mismos usuarios del agua (productores) que han sido amenazados para estar presentes en protestas.
El funcionario insistió en que ha habido “mucho engaño” que ya está investigando, “nosotros tenemos denuncias, señalamientos de los mismos usuarios del agua que han sido presionados y amenazados para estar presentes en las protestas, los han amenazado y hasta los han multado. Los amenazan con que si no van a las protestas, les van a dejar de entregar el agua los presidentes de los módulos”.
Además, señaló que anteriormente, hubo un programa de la Conagua, en el que a quienes tenían concesión para usar el agua de las presas, y la entregaron, se les dio a cambio una compensación económica por parte del gobierno, con la finalidad de que se usara menos el agua.
“Esa concesión se trasladó a otras parcelas, y en términos reales y legales, las parcelas que entraron a ese programa y que trasladaron su concesión a otras parcelas, han sido regadas, siguen regando, y no debería hacerse”, dijo al señalar que se trata de una forma de “huachicoleo del agua”, al que se suman otras que se llevan a cabo, como cuando el agua retorna al Río Conchos.
“Pero lo peor es que hay un uso muy ineficiente del agua, donde se pierde hasta el 60 por ciento del agua. Las parcelas están sin conexión y se están regando por los mismos presidentes de los módulos y son los mismos que están protestando” explicó el delegado del Bienestar.
Aunado a lo anterior, dijo, se encuentra el crecimiento de la frontera agrícola de manera infame y sin regulación, “y una parte de los que están protestando son productores que no están dentro de los límites del distrito y eso el Gobierno del Estado no lo ha reconocido”.
Agregó que no hay una inversión de parte de los grandes beneficiarios del agua, para tecnificar el uso de los sistemas de riego, porque no les cuesta. “Cualquier persona paga más por el agua en su casa, que los nogaleros por sus hectáreas. Además debe existir equilibrio”.
Regulación sobre los tipos de cultivo
“Ellos dicen que el agua de las presas no es para entregarse a Estados Unidos, pero la presa La Boquilla tampoco se construyó para el riego a las tierras agrícolas”, señaló Juan Carlos Loera, quien agregó que dicho contenedor era originalmente planta generadora de electricidad.
Agregó que además de que los productores tienen el agua asegurada, México debe pagar el tratado de 1944, pues de lo contrario afectaría al mismo país, “imaginemos que en el año electoral, Estados Unidos diga que habrá ciertos aranceles porque no se cumplió el tratado; por ejemplo, afectaría a las empresas maquiladoras, pero también a los mismos productores de nuez, y ganaderos que mandan su producto a Estados Unidos”.
Un tratado “injusto”
“Chihuahua recibe muy poca agua, eso es cierto”, afirmó el delegado, quien refirió que por eso mismo es momento de unir voluntades y propuestas.
Loera dijo que el tratado de 1944 tiene un grado de injusticia para Chihuahua, ya que es una entidad que recibe muy poca agua, por lo que es momento de que los políticos se unan, y busquen mecanismos de compensación para Chihuahua, además de pedir los mecanismos de tecnificación para el uso del vital líquido.
Añadió que aunado a lo anterior, es urgente que los nogaleros, por ejemplo, dejen de inundar sus campos de siembra, pues en éstos se desperdicia hasta un 60 por ciento del agua que riegan.
“El tratado dice que toda el agua que entre al Río Bravo, se divide en tres partes, dos partes para México y una parte para pagar el Tratado de Agua de 1944. Las presas donde el agua se almacena y donde se pueden usar para México están fuera de Chihuahua y, efectivamente, si se divide en tres el agua que entra del Río Conchos, dos terceras partes se irían a otros estados (Coahuila y Tamaulipas), pero no a Nuevo León, como se ha manejado”.
El también diputado federal con licencia, dijo que replantear el tratado no es una solución, puesto que hay mexicanos que viven o dependen del agua para consumo humano, “no conviene renegociar el tratado, pero es urgente tomar otras medidas”.
Dijo que la problemática del agua, es una responsabilidad histórica que se debe aprovechar para que haya un ordenamiento en el uso del agua en la entidad, pues se trata de un asunto serio. Ejemplificó que en el municipio de Jiménez, ya no hay agua para beber y las familias se ven obligadas a comprarla embotellada, incluso hay convenios con embotelladoras”.
Agua, “bandera para cualquiera”
Juan Carlos Loera, afirmó que el tema del agua es muy sensible, pero a la vez, puede ser bandera para cualquiera, “sin que esto se malentienda, pero realmente es una bandera que pueden sacar ricos, pobres, izquierda, derecha, no todo mundo equilibra, cada quien jala agua para su molino”.
En este sentido, dijo que ha sido un tema en el que toman el agua como propia, “ellos no ven el agua como algo de los chihuahuenses, sino como algo de los delicienses”.
El delegado de Programas para el Desarrollo de Chihuahua, afirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador, está informado sobre el volumen de las presas y la cantidad que debe entregarse, sin embargo dijo, “se le debe informar más”, para que haya obras hidráulicas, presas en otras partes del estado, que haya una estricta regulación de las concesiones, e incluso auditorías sobre todo lo que hizo la Conagua en el pasado “en eso debemos estar unidos y no estar viendo el patrimonio de unos cuantos”.
Agregó que el presidente de México es un hombre que cumple los acuerdos, y tiene gran preocupación de que exista un desequilibrio, que realmente se interesa en que los productores tengan su agua en el presente ciclo, “los agricultores piensan en el siguiente ciclo, pero hay que decirlo, de todas formas va a quedar agua”.
Señaló que el tema del agua es un asunto que se va a resolver, pues no se trata de un problema de carácter de producción, “es un asunto político, así lo agarraron. Pero como dije, es una bandera que todo mundo puede cargar, primero fueron del PAN, luego Morena se metió un rato, algunos, actuando en contra de la política del presidente y ahora los exgobernadores priístas”.
Agregó que lo primero es cumplir con los productores, incluso, dijo que en el distrito de riego de Ojinaga, está a punto de entregarse el agua, “está a punto de cumplirse en este punto, donde se dieron actos violentos”.
Por último, Loera de la Rosa dijo que Chihuahua atraviesa por una sequía que a final de cuentas resulta una problemática mayor, pero pese a esto, el agua que tienen concesionada los productores de la región centro-sur, está asegurada y los riegos finalizan en septiembre próximo.
Con colaboración de Saúl García | El Heraldo de Chihuahua