Rutas de chuecos, un secreto mal guardado

Consolidado como uno de los negocios más prósperos de sur a norte del país; “con 300 dólares llevas un vehículo chocolate a donde quieras”

Eduardo Gonzalez /Heraldo de Chihuahua | Rosy Reyes / Sol de Parral | Héctor Tovar/El Mexicano

  · lunes 25 de noviembre de 2019

Las rutas de los chuecos, una realidad, un secreto mal guardado, símbolo rodante de la corrupción, hoy por hoy consolidado como uno de los negocios más prósperos de sur a norte del país.

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Hasta ahora son más los discursos de combate a este delito, que los autos decomisados, las rutas de trasiego ya no son sólo brechas, predomina lo seguro; por carretera, sobre todo las de cuota, con 300 dólares llevas un vehículo chocolate a donde quieras, describen los que se dedican al “negocio”.

La proliferación de distintas organizaciones Pafas tienen su razón de ser en la existencia de autos no nacionales, pero, ¿Cómo llegan estos vehículos al país? Las diferentes rutas de uno de los negocios más prósperos es tan variada como las carreteras nacionales.

¿Dónde estaban los policías que vigilan carreteras, brechas y calles de la ciudad cuando llego la invasión de vehículos no nacionales? no pueden justificar que no sabían, son parte de sus sistema “importador” en el que el todos salen ganando, casi todos, el único que no percibe recursos es el erario público.

Si no existieran vehículos irregulares en el país, las organizaciones de defensa de autos “chuecos” no tendrían razón de ser. Cada vez son más quienes dedican a brindar protección a la ilegalidad. El mercado, pasó de potencial, a real para los pafas. La raíz del problema está en saber cómo llegan los vehículos a los diferentes estados del país.

La complicidad oficial ya no es un secreto, se sabe, se palpa y circula sobre ruedas. En la carretera todo tiene arreglo, claro si se hace correctamente el trato. El pago de cuotas y derecho de piso es una realidad, no es ni siquiera para el crimen, es para la autoridad que nutre sus ingresos extraordinarios a través de la permisividad de lo ilícito.

De brechas, carreteras y rutas de la corrupción

Autoridades estatales tienen detectadas un sinnúmero de brechas que los coyotes utilizan para cruzar los vehículos extranjeros con destinos como Chihuahua capital, Cuauhtémoc, Parral, Delicias y en ocasiones para trasladarlos hasta otros estados de la República Mexicana.

En una investigación realizada por este medio y con entrevistas a personas que se dedican a este negocio lucrativo, se logró saber que brechas como la que se localizan a la salida de ciudad Juárez, cerca del kilómetro 30, los coyotes la toman para rodear lo que en aquel entonces era la aduana del kilómetro 70 y Villa Ahumada, e introducir los vehículos con destino a la capital; sin embargo, los traficantes, muy cerca del poblado de Ojo Laguna, toman una segunda brecha que los lleva hasta el municipio de Aldama.

Mientras que en la zona sur de la entidad, la Fiscalía General del Estado tienen detectadas en el municipio de Parral, un sinnúmero de brechas para el trasiego de vehículos "chocolates", principalmente en Satevó y Matamoros, e inclusive en los límites de Durango, las cuales usualmente son utilizados para el contrabando de vehículos chuecos, así como para el tráfico de drogas por parte de grupos criminales; sin embargo, al ser demasiados, las autoridades de los tres niveles de gobierno no pueden mantenerlas vigiladas al 100 por ciento.

Para enviar los vehículos a la zona rural del noroeste, los traficantes prefieren utilizar las brechas de Janos-Casas Grandes, al pasar este municipio, los coyotes cruzan hasta llegar a Namiquipa, de ahí se distribuyen para arribar a los lotes de ciudad Cuauhtémoc, e incluso hasta la Junta, Chihuahua, así como parte de la Sierra Tarahumara.

De esta forma los traficantes de vehículos chuecos trasladan su mercancía hasta los dos municipios que son utilizados como centro de operaciones, Chihuahua y Cuauhtémoc, de esos lugares arman una segunda entrega cuyo destino es Delicias y Parral, aunque hay quienes se aventuran a llevarlos hasta estados del sur del país.

El uso de brechas de terracería que comunican a distintos municipios de la región de Parral estado, son utilizadas lo mismo por habitantes de los ejidos y comunidades que por miembros de grupos delincuenciales para el cruce de vehículos de procedencia extranjera.

La autoridad sabe dónde está el trasiego de autos no nacionales, aceptan que hay brechas que empiezan en Satevó y sus alrededores que desembocan en Parral, en Matamoros e inclusive en los límites con Durango, y son utilizados para diferentes actos criminales. Sin embargo lo saben, pero todo sigue igual, no pasa nada, o más bien dicho, pasa todo.

No obstante, aseguran autoridades de la Fiscalía que deben mantener los operativos dentro de las comunidades aledañas de la región sur donde es más propensa la actividad criminal, pero aceptan que existen periodos en los que no hay vigilancia en las brechas, lo que aprovechan los contrabandistas para cometer actos delictivos entre los que se encuentra el cruce de vehículos ilegales.

Pedro M., cuyo negocio de los chuecos le ha ayudado a salir adelante en la región fronteriza de Ciudad Juárez, comentó que en la actualidad hay chihuahuenses que están pagando de 200 a 300 dólares a ciudadanos estadounidenses para cruzar un vehículo, camioneta o pick up aprovechando sus ventajas de desplazamiento, para dejarlo en algún punto del territorio estatal de las principales fronteras, ya sea Juárez, Ojinaga o Ascensión, y el modus operandi se ha normalizado en complacencia con las autoridades mexicanas que solicitan “mordidas” al detectar un auto sin placas y no confiscarlo.

Otro comprador de autos chuecos, pero que lleva su “producto” al sur del país, narró cómo es el trasiego de los vehículos sin placas. Juan es el nombre que lo identifica en esta entrevista, tiene más de 10 años en este negocio, refiere que en pocas ocasiones ha encontrado autoridades que no se “acoplan”, pero la mayoría sí.

El modus operandi

Todo tiene un origen y esto empieza en la frontera. Es la historia de un ciudadano promedio de Ciudad Juárez, pretende llevar su vehículo más allá de la frontera. La transacción se hace en un lugar público, allí se recoge el vehículo, ya sea en un centro comercial, una vialidad transitada o un estacionamiento acordado. Lo deja y el “coyote” lo acciona con una copia de la llave, o bien, ésta es dejada escondida debajo de una llanta o cualquier vestidura automotriz que no esté a la vista.

De ahí emprende su viaje a diversos destinos y en el trayecto, en promedio desembolsa 6 mil pesos para que su tránsito no sea interrumpido, pero la suerte a veces sonríe y pasa desapercibido.

Según fuentes dignas de crédito, un grupo de ciudadanos americanos ha tomado el control de esta modalidad y en un día llegan a ganar hasta 900 dólares, pues realizan hasta tres viajes, lo que representa un trabajo fácil, pero que en la práctica beneficia a los ciudadanos mexicanos que difícilmente pueden adquirir un auto nuevo.

Las temporadas de más ingresos de vehículos estadounidenses es en julio y en diciembre, en vacaciones escolares y Navidad; sin embargo, otro gran porcentaje de autos que acceden a territorio mexicano son por petición de un conocido o familiar.

Mientras que Luis, el ex lotero, define el periplo de la extorsión así: “Van pagando de 100 a 150 dólares. Al primero es saliendo de Juárez, no tienen que ocultarse, allí en la vieja garita de la aduana en la Panamericana o por la Ermita de San Lorenzo, ahí se ponen en su patrulla.

Siempre se pone uno o dos y cuando llevas tu carro americano, te tienes que parar a fuerzas para arreglarte con ellos. Cruzas casi todo el estado y vuelves a pagar a la salida de Chihuahua”.

“Ya para el sur no se tienen problemas para el cruce de los autos ilegales, pero que la mayoría, por lo general, son vendidos en el mismo estado, en municipios como Chihuahua o en Cuauhtémoc, a un mayor precio.

Pagas cerca de 300 dólares para llevarlo al interior del país, pero lo más lejos que llegan son a Torreón, porque todos deciden ofertarlos aquí mismo y solo salen los que ya están apalabrados.

Ya es muy raro los que deciden utilizar las brechas que conectan desde el Valle de Juárez o que cruzan por Villa Ahumada, estos sitios están controlados por la delincuencia organizada. Les quitan los vehículos si intentan utilizar algunos de sus tramos, al menos que estés apalabrado con ellos”.

“Algunos otros le pagan a uno que es el que les entrega el dinero a los federales y ya él les dice cuántos carros y cuáles son los que van a pasar, para que no sean parados, pero esto lo realizan por lo general en la tarde-noche”, recalcó.

Para Juan, llegar al centro- sur del país es fácil con un auto ilegal, es más cansado el viaje que pasar por donde está la autoridad. Nosotros nos íbamos hasta Juárez en el camión, pero ahora ya tomamos el avión, es más fácil, cómodo y rápido.

De regreso sales de tarde, ya casi de noche. Con los vehículos comprados del otro lado –en Estados Unidos- Lo único que requieres es un documento falso de importación, ese es como para impresionar. Generalmente te sirve cuando son municipales y estatales que no le saben mucho al tema y te la creen, incluso con algunos federales, para de plano no vernos tan obvios. Pero a todos les damos una propina.

El secreto está en que no te pases a ningún federal sin darles “para el café” la ruta la hacemos por la autopista, para no correr riesgo, además de que es donde hay menos vigilancia.

De rigor, preferimos viajar de noche, no hay tanto problema, las brechas son más riesgosas. Le anticipas al jefe, cerca de Juárez lo que quieres pasar y ellos simplemente ya no te molestan. 300 dólares es suficiente para la travesía.

Son pocos los policías que nos encontramos ya avanzado el estado de Chihuahua, pero una vez que los encontramos,” no debemos pasarnos de vivos” por lo general venimos dos, para traer dos vehículos.

Nos bajamos y les decimos “aquí está esto para su café jefe”, les dejamos uno de a quinientos y pasamos sin problema. Algunos hasta las gracias te dan”.

A veces es más difícil traer vehículos al interior del estado, existe quien utiliza otras rutas, como la de la carretera corta Chihuahua-Parral, a medio camino se toma una brecha y llegas hasta Parral, de allí a la entrada de la zona serrana está fácil o bien para el norte de Durango.

Sin embargo, en esas brechas están “representantes” del crimen organizado, como si fueran garitas, ellos cobran el derecho de peaje. Todos lo saben, ya ni siquiera hay problema, solamente hay que pagarle a los que están allí.

Uno tomó la desviación por Valerio, como si fuera a Valle de Rosario, pero a mitad del camino corta y viene a salir cerca de Palmilla, en los caminos de terracería que están por el hospital.


Las ilegalidad en cifras

Cabe mencionar que menos del 20 por ciento de los autos que entran a México por Estados Unidos pasaron por el proceso de importación que tiene un costo que va de los 19 mil a los 65 mil pesos, para autos de modelos 2011 y 2012, pero existe un costo de multa en caso de que se deseen ingresar autos de otros años.

La legalización de vehículos en México es un tema delicado. Los autos “chocolate” pueden ser un beneficio para los dueños y una amenaza para la industria.

En Chihuahua se tiene un aproximado de 180 mil autos de procedencia extranjera, de los cuales, 150 mil están en circulación con algún engomado emitido por organizaciones, o bien, con placas apócrifas.

Hasta el 2004 se calculaba en todo el país 1.5 millones de autos internados, para el 2014, 3 millones, cuya cifra se ha sostenido hasta el año en curso.

Las entidades con más presencia de “chuecos” son: Chihuahua, Coahuila, CDMX, Aguascalientes, Baja California, Hidalgo, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, Tamaulipas y Sonora.

Para Luis, esta práctica –la que permite la introducción de autos no nacionales al país- ha contribuido a que el problema de carros “chuecos” en todo el país se haya agravado. Estima que existen unos18 millones de vehículos ilegales en todo México, aunque vendedores de autos y organizaciones pafas, aseguran que no se rebasan ni los 3 o 4 millones en realidad.

La regularización proyectada por el Gobierno Federal para el 2020, como una solución, que antes deberá de ser aprobada por el Senado; sin embargo, de darse un mandato presidencial, en automático se llevaría a cabo.

Lo que dicen y hacen las autoridades

En una entrevista reciente, el fiscal de Distrito zona norte, con sede en Ciudad Juárez, Jorge Nava López, recalcó que los decomisos de autos “chuecos” continuarán sin importar marca, modelo o año, aun y cuando porten engomados o placas de cartón de organizaciones “pafas”.

A la vez pidió a la ciudadanía no dejarse engañar, ya que ninguna organización puede proteger a la ciudadanía en los decomisos y mucho menos cuentan con algún tipo de amparo que permita recuperar el automotor, logrando la Fiscalía, hasta el día de hoy, el aseguramiento de mil unidades.

En tanto, la Fiscalía General del Estado zona sur, indicó que también mantienen operativos de vigilancia en estos caminos, ya que son utilizados por el crimen organizado, ya sea para el tráfico de drogas, o cometer algún otro acto criminal.

Es de recordar que en una entrevista anterior, con el Fiscal General, César Augusto Peniche Espejel, con relación al decomiso de autos chuecos dijo: “No podemos exponer la seguridad pública; en los análisis efectuados por especialistas se establece que detrás de cada delito, está involucrado un vehículo sin identificar”.

“Quiero precisar que esta acción no es la única solución; sin embargo, es una de las medidas lógicas para alcanzar un verdadero estado de derecho; somos conocedores de los esfuerzos legítimos de familias para tener un patrimonio, pero también, insisto, es necesaria la participación ciudadana para transitar en el marco de la legalidad”.

Indicando que la autoridad tiene el deber de trabajar en el combate de los delitos; sin embargo, es necesaria la colaboración de la sociedad, al sumarse a vivir en la legalidad, con respeto a los reglamentos en posesión de los vehículos.

Por otra parte, personal directivo de la Comisión Estatal de Seguridad, señaló que cuentan con el conocimiento de la existencia de numerosas brechas de terracería, mismas que son utilizadas tanto por los habitantes de los ejidos y comunidades, como por miembros de grupos delincuenciales.

Asimismo, agregó que en efecto, se usan para el trasiego de vehículos que son ingresados de manera ilegal al país, y aunque se mantiene vigilancia en estas brechas, son demasiadas como para cubrirlas todas.

La danza de los millones va sobre ruedas

Por brechas o pagando a los agentes de la Policía Federal de Caminos que vigilan las carreteras, así es como vendedores de autos logran llevar sus vehículos hasta estados como Coahuila y Durango, para ser ofertados a un mayor precio, lo que representa mayores ganancias para ellos.

Para Juan, el tráfico de vehículos no nacionales no es el gran problema del país. Todos colaboran para que exista. Todos se benefician; el comprador, el vendedor, quienes lo llevamos y hasta las autoridades, termina diciendo.

En ciudad Delicias, del que se dice que es donde nacieron las organizaciones Pafas, se encuentran 8 lotes que comercializan autos de procedencia extranjera, muchos de ellos ya cuentan con el permiso de importación, otros con un simple engomado...

Hay que destacar que en estos lotes, solo uno ampara autos "chuecos", con placas de Onappafa y Onave y este está ubicado en la esquina de la Av. Óscar Flores y Calle 17 Norte.

Los 7 restantes venden autos ingresados legalmente que cuentan con pedimento de importación y sólo resta el pago de placas para circular legalmente.

Es decir, con la entrada de la posibilidad de regularizar los vehículos, son mínimos los carros chuecos que se venden en lote, sólo en uno, aunque si es manifiesto un porcentaje de un 20% de autos que circulan con placas de organizaciones "pafas".

“Luis”, un lotero retirado, recuerda que por muchos años se dedicó a cruzar carros que adquiría en los remates en Estados Unidos; sin embargo, desde principios del 2018 que subieron los costos en las importaciones, decidió retirarse de esta profesión.

¡Es increíble! pero desde que el gobierno cobró más por la importación, la corrupción se acrecentó. Pudiera ser difícil de creer, pero, todos los vendedores de autos están arreglados y apalabrados con los federales. Les pagan por el derecho de cruce y logran llegar hasta su destino sin ningún problema.

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