GUACAMAYA.- Desde abril de 2022, la Guardia Nacional que entonces comandaba Luis Rodríguez recibió información de primera mano plasmada en tres oficios que alertaban de la planeación de una fuga masiva de reos en el Cereso #3 de Ciudad Juárez y que era urgente el traslado de 300 internos a otro penal.
ALERTA.- Ese dato que ahora se dio a conocer por medios de comunicación en la capital del país y que tendría su origen en archivos filtrados de los Guacamaya Leaks exhibe que esa información se la hizo llegar gobierno del estado a la GN. A la luz de los hechos, Rodríguez Bucio los ignoró, pero tampoco se le dio seguimiento local.
CONSECUENCIAS.- Ocurriría en agosto pasado lo del “jueves negro” en Juárez con un intento de motín en ese reclusorio y múltiples ataques a civiles en diferentes puntos de la ciudad hasta que el primer día de este año, un comando tomó por asalto la cárcel, asesinaron a 10 custodios y siete presos, y se fugaron 30 reclusos, además de que en los patrullajes subsecuentes perdieron la vida otros dos policías estatales.
HARRIS.- Se estableció que los documentos entregados al gobierno federal, con el folio 1756/2022, estaban firmados por el ahora exdirector del Sistema Penitenciario, Luis Alfonso Harris, quien pedía mover a otra cárcel a 300 internos, entre ellos: Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, alias el Neto, a quien se señaló como uno de los líderes del grupo criminal Los Mexicles que orquestó ese sangriento suceso.
CERESO.- A saber si Harris Arrondo notificó de esas advertencias a su jefe directo, el depuesto exfiscal Roberto Fierro, pero quedó claro que a nivel gubernamental no. Ayer el fiscal César Jáuregui –quien entonces fungía como secretario general de Gobierno— dijo a los medios que hará una investigación al respecto y se integrará a toda la indagatoria en torno a los hechos ocurridos en el Cereso #3 y agregó que, por cierto, entre las modificaciones que prevé realizar el Sistema Penitenciario pasará a manos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, que encabeza Gilberto Loya.
DE PALABRA.- Para la reflexión, mal de la GN y la Secretaría de Gobernación que después de lo ocurrido en la frontera, con la mano en la cintura establecieron que Chihuahua sólo pidió “de palabra” el traslado de reos, pero también que el exfuncionario local se limitara a mandar unos oficios.
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DERECHO.- Con el pie derecho empezó la coordinación entre el nuevo comandante de la Quinta Zona Militar, el general de brigada Diplomado de Estado Mayor Saúl Luna Jaimes y el comisario Julio César Salas, de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Chihuahua capital, pues tras una reunión realizada la mañana del martes ya hubo acuerdos.
CÉLULA.- Se indicó que establecieron integrar una célula más de patrullaje con enfoque en la prevención de homicidios que ese mismo día por la noche salió a recorrer diferentes puntos de la ciudad y vigilar ciertos perímetros conflictivos.
CÉLULA I.- Esta célula se conformó por elementos de los grupos especiales de cada corporación para recorrer el Distrito Zapata, una de las zonas de la ciudad en donde se han registrado varios de los últimos hechos violentos, y continuarán vigilando los distritos en donde hay mayor incidencia criminal.
AFIANZA.- Por su parte, el alcalde Marco Bonilla estará reuniéndose con el General Luna Jaimes la próxima semana para fortalecer la coordinación y delinear las estrategias de seguridad en el municipio y sus alrededores.
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VOCERA.- Sin sorpresas se llevó a cabo ayer el nombramiento de Laura Calzadillas como vocera de la Fiscalía General del Estado, en relevo de Sahira Castro, ya que es una persona cercana a César Jáuregui y estuvo trabajando con él desde el arranque de la administración en la Secretaría General de Gobierno como su secretaria particular.
AIRES.- La primera impresión entre los que acudieron a la reunión es de nuevos aires, confianza y una notoria humildad para tratar con respeto a los compañeros de la prensa, lo cual mandó una señal positiva y de mayor dinamismo al interior de la corporación y el conflicto que se había generado por un opaco manejo de la misma.
CRISIS.- Habrá que ver la forma en que se lleva a cabo el trabajo entre las dependencias más laboriosas de la administración estatal, sobre todo porque el control de crisis no es tarea fácil, requiere de logística y planificación y, en especial, de irse con pies de plomo, lo cual es posible con personal capacitado y que pueda elaborar una estrategia de comunicación para que la ciudadanía cuente con la información oportuna, reactiva y preventiva en tiempo y forma.
PENDIENTE.- Ya sólo faltan algunas facturas que no entregó la excoordinadora y resolver el destino de un recurso por algunos miles de pesos para que concluya el proceso de entrega y recepción, en tanto el personal de confianza que Castro tenía asignado ya se retiró porque, según trascendió, ni acudían a la oficina.