Vestido con el uniforme del Cereso de Aquiles Serdán en color gris, aún hinchado de la zona del rostro, sin un ojo, el empresario Carlos Manuel C. A. fue presentado ante un Juez de Control en compañía de siete abogados, dos de ellos originarios de una firma de la Ciudad de México, donde fue vinculado a proceso por un Juez de Control por el delito de homicidio en perjuicio de dos personas.
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De 25 a 50 años de prisión es lo que podrá alcanzar el imputado por el doble homicidio, según explicó la Juez de Control, quien determinó que existen indicios para otorgar la vinculación a proceso por el presunto delito de homicidio, por lo cual agendó un plazo de 24 meses para culminar las investigaciones correspondientes.
Bajo la causa penal 193/2020, al imputado se le investiga por el homicidio de Salvador Armando M.G y Pedro Hiram H.P, quienes hasta el día 29 de enero, fungían como elementos de seguridad para el empresario originario de Delicias, quien presuntamente los privó de la vida en las primeras horas del día 29 de enero de este año y los abandonó en el kilómetro 40 de la carretera Delicias a Satevó.
Los diversos abogados que acudieron a la audiencia de Carlos Manuel C.A., pretendieron desacreditar la versión de la Fiscalía General del Estado, en la que se asentó que presuntamente sus empleados lo “vendieron” y el como represalia decidió girar la instrucción de privarlos de la vida, mismo que quedo sustentado en un video que posteriormente fue difundido en redes sociales.
La calidad del empresario originario de Delicias, fue de coautor del homicidio de dos personas, ya que si bien es cierto no los privo de la vida el pasado 29 de enero, si giró la instrucción a otras personas para que los asesinaran, finalmente fueron abandonados en la carretera que conduce de Delicias a Satevó.
También plantean la alevosía y ventaja, toda vez que además de que son elementos de seguridad privada, los sujetos el momento de los hechos se encontraban armados, esposados y fueron torturados previo a su muerte, la cual estuvo a cargo del imputado, según reitero la Fiscalía General del Estado.
Para reforzar la teoría del caso que elaboró la Fiscalía General del Estado, se recabaron diversa evidencia entre notas periodistas en las que se narra la cronología de los hechos, así como videos e imágenes que se concentraron de los hechos, además de que se explicó que desde el mes de enero se mantenía vigente una investigación en su contra.
Los agentes del ministerio público que encabezaron la acusación en contra de Carlos C.A., refirieron que el imputado podría haber participado en los hechos por los datos recabados del crimen de estas dos personas, pues familiares de las víctimas además aportaron pruebas y evidencia que hicieron suponer que si había instruido el homicidio de ambos.
En los hechos se elaboraron dos hipótesis del caso, la primera de ellas, que Carlos Manuel, habría terminado con la vida de ambos, por desobedecer alguna instrucción que encargó el detenido, o entraron en un conflicto al impedir que lo privaran de la libertad el pasado 29 de enero, cuando se reportó la desaparición del empresario.
Familiares de las víctimas, comentaron que constantemente Carlos viajaba a la ciudad de Chihuahua, donde realizaba una serie de actividades personales –no se especificó el tipo de actividades- y siempre los obligaba a estar armados aun y cuando se regresaban a sus domicilios, lo que causaba preocupación en sus familiares que los veían llenos de radios y armas de fuego.
Parte de los testimonios fueron que un familiar la última vez que tuvo contacto con uno de los escoltas fallecido, fue el día 28 de enero, que le había avisado que habían “levantado” otra vez a su jefe, que si llegaba a Parral todo iba a terminal mal, por lo que ese día terminó toda comunicación cuando conducía rumbo a Satevó.
Aunque no se explicó la forma en que Carlos se reencontró con sus elementos de seguridad, pusieron como dato de prueba los videos que captaron de ese día, donde se capta a las dos personas ser torturadas por su jefe, mismo que da la instrucción de terminar con la vida de ambos por haberlo “vendido”, por lo que se levantaron más de 80 casquillos percutidos de dos calibres.
El hijo de Carlos C.A., Andrés C. fue el representante del imputado y es quien tiene el contacto con los abogados y además el imputado dio a conocer a la sala que todo lo que tengan que ver lo traten con su hijo, ya que el son sus “ojos” y podrá ser el mediador entre el detenido, abogados y demás cuestiones legales.
Carlos C.A., fue privado de su libertad a finales del mes de enero del 2020, días después logró escapar el día 28 de febrero, de sus captores quienes lo tenían recluido en un domicilio en Parral, pero al salir del domicilio recibió un disparo en la zona del rosto, por lo cual perdió un ojo y fue auxiliado por elementos de seguridad.
Tras esos hechos, quedó gravemente herido por un disparo que recibió en el rostro, por lo que fue llevado a un hospital en Delicias y posteriormente a Chihuahua, donde fue resguardado por decenas de elementos de seguridad para evitar que escapará o fuera intervenido por delincuentes armados.
Tras mantenerse en un estado grave de salud y prácticamente en coma, el día 2 de marzo, logró mejorar su estado de salud, por lo que pasadas las 21 horas de la noche, la Fiscalía General del Estado, efectuó una orden de aprehensión en su contra por el delito de homicidio, por lo que en el hospital se dio a conocer su formal detención.
Sin embargo, tras aun tener complicaciones médicas el ahora detenido, se mantuvo en el hospital hasta el día 14 de marzo, cuando médicos y el propio director del Hospital Ángeles, consideró que el estado de salud del presunto empresario, se encontraba estable para poder retirarse del lugar.
Ese día entre las 17:00 horas fue llevado del Hospital Ángeles al Cereso número 1 de Aquiles Serdán, donde más de 80 elementos de seguridad formaron un operativo especial para llevar a cabo el traslado, toda vez que existía la incertidumbre de que el involucrado podría ser intervenido.