Pese a carencias, la fe de doña Graciela sigue viva 

Vive entre paredes deterioradas, con su hijo que tiene discapacidad 

Christian Baeza | El Sol de Parral

  · martes 10 de diciembre de 2019

Fotos Christian Baeza | El Sol de Parral

Entre paredes deterioradas y techo de lámina con múltiples agujeros, conforman el cuarto donde vive la señora Graciela Morales y su hijo. Una estufa de leña y un colchón son los únicos muebles que la acompañan. Sobrevive con el poco dinero que obtiene por planchar ropa ajena trabajando cuando puede, pues señala que ya por su edad se siente muy cansada.

RECIBE LAS NOTICIAS DE EL SOL DE PARRAL EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ

La vivienda muestra una situación precaria; es un cuarto de 4 por 8 metros, el techo es de lámina tiene múltiples agujeros. Comentan que, cuando llueve, entra el agua. Se puede ver una estufa de leña con la que cocinan lo poco que consigue de alimento. Dice: “es con la que enfrentamos mi hijo y yo el crudo invierno…”

Fotos Christian Baeza | El Sol de Parral

Su rostro refleja el cansancio y el paso de los años. La madre de familia cuenta lo difícil que es poder solventar los gastos, que por planchar ropa diariamente, consigue 20 pesos y a veces 50, dependiendo de cuántas prendas alcance, ya que comenta que sus manos se le entumecen y se le dificulta poder continuar.

La situación es difícil debido a que el dinero alcanza nomás para medio comer y pagar la luz, agua. Su hijo está desempleado, sale en busca de trabajo todas las mañanas, pero, por su discapacidad, se lo niegan.

Además están sin luz desde hace una semana, la puerta no tiene sin chapa y entraron para robarles el cableado. Por lo que han estado alumbrándose con el fuego de la estufa de leña.

Doña Gabriela expresó que, para esta Nochebuena, su cena serán “unos frijolitos y si logro juntar dinero estarán acompañados de unas tortillas de harina…”

Fotos Christian Baeza | El Sol de Parral

Su domicilio se ubica en la colonia “Federico Piñón”, en la calle Bondad y Progreso número 35, donde los pocos muebles han sido prestados por vecinos o donados.

Al cuestionarle sobre qué desea para esta Navidad, destacó que además de pedirle salud a Dios, para poder seguir compartiendo con su hijo, dijo: “no estoy acostumbrada a pedir regalos, pero pues deseo un colchón, ya que el que tengo está muy viejo, así como unas cobijas para mitigar el frío que se siente. Y si se pudiera, pues estaría bien una cena, ya que tenemos años que no nos alcanza para hacer algo”.

Con la mirada hacia su cuarto, expreso: “ojalá alguien pudiera ayudarme, es mucho lo que pido y necesito, pero tengo fe…”

TEMAS