Parral, Chih.- El arte desde las catacumbas es como dos jóvenes artistas han emprendido un proyecto por la necesidad de rescatar y generar el arte y las expresiones culturales, ante la pandemia de Covid-19, la falta de apoyos institucionales y el olvido de los mecenas sociales.
Los Perros Famélicos es como ellos se autodenominan porque, como dice su nombre, "morirán de hambre por amor al arte y la cultura"; por dejar surgir una voz que yace desde el interior y que es razón para las nuevas generaciones de continuar creando espacios de oportunidad para los artistas.
En la calle Capitán Blanco, bajo el numeral 5-A, a un costado del templo de San José, en el centro histórico de Hidalgo del Parral, con una fachada amarilla se encuentra lo que podemos considerar las catacumbas. La última frontera de la defensa del arte y la cultura de los artistas parralenses.
Elena Urbina y Román González en una entrevista con esta casa editora, desde este su espacio que da origen al arte y la cultura, los dos jóvenes entusiastas y que durante algunos años se han visto involucrados en el querer ser y propiciar una nueva generación de artistas, abren sus puertas de lo que se ha convertido en la última trinchera de los artistas olvidados, con el fin de difundir el papel protagónico que realiza su organización en este rescate de las bellas artes.
Mantienen una presencia en las redes sociales a través del Facebook con el nombre de Perros Famélicos. Somos un espacio cultural enfocado en generar ambientes para no volver a pasar el hambre de crear, expresarse y crecer, a mano de lo que nos hace ser, señala su muro.
Los Perros Famélicos estamos en búsqueda de todos los creadores del estado de Chihuahua, entonces: si escribes, pintas, fotografías, actúas o creas en cualquier disciplina del arte, envíanos tu información y alguna muestra de tu trabajo.
“Todo esto para integrarte en nuestro directorio de artistas, para unificar nuestros talentos y colaborar juntos en nuestra casa o nuevos proyectos”.
“En el camino, con lo primero que te topas al querer expresarte o crear y generar arte, es con las limitaciones que te ofrece tu entorno, ya sea familiar, social o laboral muchas veces, y la principal razón de que existiera este lugar, nuestra catacumba, es una respuesta a la necesidad para esos espacios y con las mismas necesidades que los artistas van encontrando”, comentó el artista Román González.
Ejemplifica: Si hay un joven que le gusta escribir, que tiene un sentimiento y no sabe cómo expresarlo, encuentra un libro, empieza a leer y querer adaptar lo que él piensa. La primera reacción ante eso es: “oye, no estés de flojo, ponte hacer algo productivo”, cuando en realidad es lo más alejado el hecho de ser flojo, si no es un esfuerzo por conocerse en sí mismo.
Elena Urbina declaró que el nombre de “Perros Famélicos” hace una alegoría, ya que famélico significa estar decadente o que está muriendo de hambre.
Y en este sentido indicó que se sienten famélicos al momento de no poder expresarse de una forma que sea abierta al público, ya que muchas personas se sienten así y es por ello que se dio apertura al espacio a los artistas parralenses para mostrar su obra.
Para quienes quieren incorporarse al grupo, ellos están todos los días en ese local. Las catacumbas de la cultura en Parral, de las 19:00 horas en adelante prestando este rincón para la tertulia de arte y bohemia cultural, muy serios y responsables, con los creadores que día a día se dan cita para exponer sus versos, sus canciones, sus composiciones, su obras de teatro, su creaciones.
Los miércoles son especiales porque en su programación “Deja que el perro ladre”, dan oportunidad a quien cuenta chistes, lee poemas, cartas, versos libres, anécdotas con tus perros o lo que quieras contar; es un espacio para que te expreses, dicen.
Indicaron que anteriormente ya habían tenido experiencias en espacios culturales como es el grupo “Letras borrachas” y algo que sorprendió es que las actividades iban orientadas a personas jóvenes, pero al final se terminaban incluyendo personas de todas las edades.
Informaron que sus actividades están programadas a partir de las 7:00 de la tarde; sin embargo, hay días en que asisten desde las 4:00, según sea la programación.
Los entrevistados mencionaron que manejan todo tipo de actividades, ya que no solamente se dedican a la promoción del arte y la cultura, sino a la creación y la expresión.
Y en este sentido, por mencionar un ejemplo, no solamente buscan que un joven lea un poema, sino también enseñarle cómo se puede crear una obra que pueda ser lo más funcional posible.
Argumentaron que uno de los objetivos principales es combatir con acciones aquel dicho que dice: “el artista se muere de hambre”, ya que como mencionaron, están dispuestos a morir de hambre por el arte y la cultura.
Hay una situación importante aquí, ya que Parral es la capital cultural del estado de Chihuahua; sin embargo, lo primero que uno nota es que los teatros que tenemos normalmente están cerrados, se tiene una cineteca y también está cerrada comentaron los artistas.
Recordaron que en una ocasión se acercaron con las autoridades para hacer uso de estos espacios que pudieran dar difusión al arte; incluso presentaron un plan cultural, donde quedaron en llamarles y no se les dio la oportunidad.
El crecimiento del grupo ha sido de una manera gradual, ya que empezaron con esta idea de querer hacer algo diferente, inclusive, debido a que los eventos que se realizaban, indicaron, eran selectivos y llegaban a ser aburridos.
“Se tiene la idea que el ser escritor es de gente inteligente y no, en realidad todos estamos escribiendo y leyendo, generando conocimiento y es esta necesidad misma de encontrarnos, nos topamos con algo extraño que nuestro trabajo no es bien recibido”.
Este espacio, indicaron, es para todos, donde los jóvenes pueden ser ellos mismos, expresarse de manera libre, compartir algún escrito realizado, una composición, alguna actuación. El sentido es hacerles entender que el artista no es aquel que es reconocido en todo el mundo, sino aquel que sabe expresar desde lo sensible y tangible.
Actualmente asisten jóvenes que tienen conocimientos en producción, fotografía, guion, actuación, video, pintura, literatura, cinematografía, artes plásticas, música y la idea es poder juntar todos los talentos posibles para crear arte, y expresarlo al público.
“Todo lo que uno tenga que hacer por expresarse lo vale, vale mucho que te sientes por horas a pensar cómo poner una palabra en alguna creación, vale mucho porque te esfuerces y sacar una canción en la guitarra, porque te gastes las piernas por intentar sacar un paso para una coreografía; todo lo que tenga que ver contigo mismo y la expresión de lo que eres lo vale, no lo dejen en su cuadernillo, escondidos, hasta la palabra más pequeña puede retumbar en alguien más y eso es lo que importa”, comentaron los Perros Famélicos que están dispuestos a morir de hambre, pero preservar la cultura y las artes.