Parral, Chih.- A un mes del fallecimiento del presbítero Humberto Cobos Valencia, permanece el recuerdo de quien en vida se distinguió por su caridad, sencillez y constancia para con el pueblo de Dios, así como por su entrega y lucha por la causa de los más débiles especialmente por la comunidad indígena.
Era un domingo a las 12:30 horas, cuando se dio a conocer el fallecimiento del padre Humberto Cobos en el Hospital de Jesús a sus 81 años de edad a causa de un paro cardíaco, el cual había cumplido 50 años de vida sacerdotal en el mes de marzo.
Un verdadero y ejemplar sacerdote, humilde, congruente y sencillo siempre con la puerta abierta de su casa para cualquier feligrés que quería confesarse, además de que, tuve el placer de contar con su amistad
Refirió la maestra Genoveva Alemán, una feligrés y amiga del presbítero.
Comentó sobre el arduo trabajo que el sacerdote emprendió durante su ministerio así como cada uno de los éxitos obtenidos en compañía de los feligreses que se sumaron a la causa de vigilar y restablecer la dignidad de los más abandonados y desvalidos.
El presbítero Humberto Cobos fue asesor de la escuela de San Andrés, la cual se encarga de formar y capacitar evangelizadores que sirvan, prediquen y amen a Dios, fungió como guía espiritual de la sociedad de Caballeros de Colón, la cual se distingue por apoyar la labor del Papa y desarrollar proyectos orientados al fortalecimiento de la fe católica en el mundo.
También fue el fundador de la iglesia y del albergue San Andrés, asentamiento anteriormente ubicado en el basurero municipal, el cual fue posible con el apoyo de patronatos, el primero de ellos estuvo conformado por la señora Martha García de Pérez e hijas y la maestra Genoveva Alemán.
En el albergue San Andrés, gracias a las gestiones del presbítero y el patronato se funda la escuela, cuyo nombre “mat-zique” que quiere decir “llegamos”, fue cuestionado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), argumentando que todos los planteles educativos debían tener el nombre de algún personaje histórico.
Le dan el último adiós al presbítero Humberto Cobos, en la Catedral
Colaboró en la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Parral y durante años escribió en la sección editorial de los jueves de este periódico el Sol de Parral donde evangelizaba a sus lectores cuyos títulos eran: La resurrección, ¿quién es el maligno?, los sermones del obispo San Máximo de Turín.
“En su actividad sacerdotal contó con el apoyo y cariño de sacerdotes, religiosas, seminaristas y feligreses, un sacerdote incondicional, su ahijado fue el presbítero Ignacio García y su comadre la señora Yolanda Vázquez, el mayor reconocimiento que se le pudo dar al padre Cobos fue su misa de exequias, presidida por obispo Mauricio Urrea Carrillo”, destacó Genoveva Alemán.
Es así como la feligresía no se entristece con la ausencia del presbítero, si no se alegran por haberlo tenido como un pastor que con su vida dio testimonio del sacramento recibido ya que con su entusiasmo supo motivar a los cristianos, a que en lo cotidiano se puede servir y amar, a través de una entrega libre y total a Dios.