Parralense radicado en Denver cuenta cómo superó el Covid-19

Duré aislado 15 días pero después del noveno ya no tenía escalofríos, -destaca el entrevistado-, fue cuando sentí que había avanzado más hacia la salud y empecé a ver la luz

Sandra Vázquez | El Sol de Parral

  · viernes 24 de abril de 2020

Foto Cortesía del testimonio

"Los remedios de la abuela, los tes, ¡si vieras cómo me ayudaron! sobre todo para tranquilizarme y no entrar en pánico cuando te dicen que tienes Covid-19", destaca parralense, quien actualmente se encuentra en Denver y que superó esta enfermedad, pero narra cómo del sexto al noveno día, sintió que se moría, "fueron los días mas difíciles de los 15 que pasé en cuarentena".

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Profesionista, capacitador y adulto joven oriundo de Parral, Luis, a quien cambiaremos su nombre, para preservar su identidad, manifiesta que cuando le dijeron que tenía Covid-19, fue como un balde de agua fría, acompañado de un gran temor, ya que no existe una cura específica para el coronavirus.

¡Salí de esta y ahora lo que sigue es reinventarse en lo social y en lo profesional, porque las cosas no van a ser igual!, asegura el entrevistado, quien con voz pausada narra su experiencia de los invitados no deseados…los síntomas del Covid-19, ya que en un diario anotó el día a día de la enfermedad, asegurando que estás a la buena de Dios.

Pero si entras en pánico y te ganan los nervios, la incertidumbre, el aislamiento, entonces sí estás perdido, porque no vas a tener fuerzas para luchar contra la enfermedad

Sus remedios de la abuela, para los nervios y para reforzar las defensas como la naranja, el limón, aparte de jarabe para la tos, fueron los que lo acompañaron en el aislamiento, ya que le dieron dos medicamentos: el jarabe y el paracetamol.

Luego viene a su mente lo pesado que es el Covid-19 y narra "llegué a Denver el 18 de marzo, y el 23 me empezó a doler la garganta... Ahí inicio todo, porque ya para el 25 no tenía sentido del gusto, ni tampoco del olfato.

Cuando empecé a sentir esto, con una videoconferencia hablé con un médico de Parral, porque también inicie con una presión en la cabeza y empecé a fatigarme, luego vino la respuesta: ¡Hay muchas posibilidades de que tengas Covid-19!-me dijo el médico ¡y sus palabras se congelaron en mi mente resonando una y otra vez!.

La primera recomendación del doctor es que no tome ibuprofeno, y me receta paracetamol y le pregunto si puedo tomar los remedios de la abuela, porque sé que no hay una cura y me dice que sí, por lo que nunca me faltaron tes, caldos, agua caliente con limón y naranja, todo lo que fuera cítrico, hierbas para la tos, para los nervios, “¡porque si te espantas no sales!”.

Para el quinto día, el 27, me comenzó el dolor del cuerpo, pero nada más de la cintura para arriba, recuerdo muy bien cómo me dolían la espalda, los brazos “como si tuviera fibromialgia con esa sensación en la piel” que es de un dolor musco esquelético acompañado por fatiga, pero me dicen que no puedo ir a la clínica, sólo te reciben con cosas más graves, sin embargo, por video llamada me hicieron dos cuestionarios, uno en cuanto a los síntomas médicos que son entre 12 y 15 preguntas.

Y luego vino otra preocupación, -relata- porque en la videollamada me dijeron que si me daba el dolor muscular del lado del corazón subiendo por el cuello, me fuera al hospital, porque las cosas se podían complicar.

Para ese día, que era como el sexto no tenía fiebre, pero el dolor de cabeza se me presentó no como son normalmente, si no como presión fuerte en la misma.

Luego empecé a hablar muy bajito porque sostenía menos aire en el pecho, ya que luego luego me agitaba y cuando me agitaba empezaba con una tos seca, pero aparte toses y te duele el pecho porque no agarras el suficiente aire y no podía, me la pasaba tosiendo.

Remembra que en el mismo cuestionario después de preguntar los síntomas le comienzan a preguntar que si viaja, que si viaja en avión, que si pasa tiempo en los aeropuertos, le preguntan si pasó por Juarez y El Paso, y le preguntan que si en México viaja y a qué se dedica, y al decirles que se dedicó a dar cursos con concentraciones altas de personas, le empezaron a tratar como Covid-19.

Luego de preocuparte por tu salud, -reflexiona- viene también la preocupación de los demás, con quien vives porque los puede saber infectado. Ahí conmigo estaban tres adultos y un niño y preguntan si tengo cuarto para aislarme y en ese momento dan acetaminofen para toda la familia, estén enfermos o no. También te piden un oxímetro que te mide el oxígeno que tienes en el cuerpo.

Ya una vez que estuve aislado y que la familia no tenía síntomas, empecé a luchar con la parte psicológica y emocional, con tes, a tratar de estar tranquilo, de no asustarme. “Pero recuerdo muy bien que fue del sexto al noveno días en que los escalofríos, los dolores musculares y la fatiga me subió mucho, no me movía, porque me daba mucha tos y cada día se me hacía que no iba a amanecer”. Incluso cuando estuve con temperatura me dijeron que no tomara nada, que sólo me pusiera compresas de agua fría. Tome teraflu día y noche, pero creo que cada sistema es diferente.

Duré aislado 15 días pero después del noveno ya no tenía escalofrío, fue cuando sentí que había avanzado más hacia la salud y empecé a ver la luz.

Destaca el entrevistado.

Aparte de los síntomas, -dice enfático- el pánico psicológico es mucho, haces una retrospectiva de tu vida, porque no te esperabas lo que te pasó, vez respecto a tu planeación que todo se te cayó y que tienes que replantear tu presente y futuro, cuando estás en aislamiento te pones a pensar que ya pasaste otro día, es un triunfo, es como en los alcohólicos anónimos, un día a la vez.

De todos los días que estuvo enfermo manifiesta que fue a partir del día 11, que empezó a sentirse mucho mejor, aun y cuando bajó ocho kilos, porque no comía, ya que no le daba hambre, y hay alimentos que te dan nauseas. “Recuerdo que lo último que se me fue, es el dolor de cabeza y la fatiga”, fueron los últimos invitados no deseados en irse.

Por el día 15, me revisan y ya el médico me dice que ya no traigo infección en la mucosa, que los pulmones se escuchan bien y que voy a empezar a recuperar mi condición a estar menos fatigado, y me pide tres días más de sana distancia.

Luego -resalta- después de que me recuperé pensé ¡ya la libré!, porque primero decían que eras inmune, pero después cuando me dijeron que no ¡ya no quería volver a salir para no contagiarme e ir a contagiar!

Ahora lo que hago es que extreme las precauciones de higiene, no sólo el lavado de manos, si no también traer tapabocas, guantes, desinfectar perillas con cloro. Creo que nada va a ser igual porque los invitados no deseados, todavía pueden llegar…