Desde el pomito para reumas hasta los chiles güeritos envasados, desde la víbora de cascabel que sirve para el cáncer y hasta el elotito al carbón, o el licor de membrillo que es bueno para el corazón, Canuto Urtuzuástegui lleva 20 años ofreciendo sus productos y antojitos caseros a los viajantes que circulan por la carretera Parral Jiménez justo en el entronque que va rumbo al Pueblito de Allende.
A Canuto Urtuzuástegui Salas, comerciante y dueño de un puesto de envasados caseros, a las afueras del Pueblito de Allende, en la carretera Jiménez-Parral, ha sufrido la reducción en sus ventas que solventan a él y a su familia, no sólo desde que inició la nueva normalidad de la pandemia, sino desde antes que las tiendas y la violencia han dejado miedo en los clientes.
Ha perdido ventas desde que la pandemia inició, pero eso no le impide estar diariamente en el punto tatemando las mazorcas, las botellas y los diversos productos que él crea, que, mucha de las veces se lleva a su casa sin sustento para su familia.
La diversidad de productos es variable pero interesante, pues desde paquetes de “chile piquín” embutidos de acelgas, frutas como membrillo y durazno en embutidos, también oferta licores que se dicen medicinales y serpientes de cascabel peladas, ya sea para su uso homeopático o para botanear.
Se ubica en la salida del Pueblito de Allende hacía la carretera Parral-Jiménez y aunque a veces no vende ni los elotes al carbón, sale diariamente al puesto que según dice, fue facilitado por la Policía Federal hoy día Guardia Nacional.
El comerciante de 59 años asegura que todos estos envasados y las bolsas de chiles de diversas especies, son totalmente creados de manera artesanal y la mayoría cuenta con mercancías que son típicas de la región de Allende donde habita.