Debido a la situación de inseguridad 14 familias de los municipios de Guadalupe y Calvo y Guachochi salieron huyendo de sus hogares, por lo que buscaron una oportunidad para poder establecerse en Parral, sin embargo, al no contarse con el espacio para hospedarse en los albergues indígenas, emprendieron su camino hacia Jiménez y Delicias.
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Tras los hechos de violencia generada por miembros de la delincuencia organizada, un total 14 familias provenientes de los municipios de Guadalupe y Calvo y Guachochi salieron de sus hogares para establecerse en otros lugares.
El gobernador de los asentamientos indígenas, Ramón Rocha informó que atendieron a las familias, tras ser notificados que se encontraban en Parral, buscando el refugio en los albergues, “Se les brindó el hospedaje durante unos días, con el objetivo de apoyarlos tras estar enfrentando una difícil situación ya que salieron de sus pueblos de origen”.
Mencionó que, debido a la falta de espacios para lograr establecer a las familias, tuvieron que continuar con su trayecto hacia los municipios de Jiménez y Delicias, en donde buscaron las oportunidades de empleo.
“Lamentablemente en los tres asentamientos no contamos con espacios para que las víctimas de la zona serrana puedan establecerse en Parral “así lo expresó Ramón Rocha.
Explicó que las personas fueron contratadas para desempeñar las labores en el campo y de vigilancia en los diferentes ranchos. “Salen de sus hogares en busca de mejores oportunidades, huyendo lamentablemente de la violencia en la zona serrana”.
Recordó que actualmente se encuentran llevando a cabo las gestiones para la construcción de más viviendas debido a la necesidad que presentan las familias indígenas en los asentamientos Los Carrizos, San Andrés y El Venadito; Actualmente radican más de 400 familias en estos sectores, mismas que también presentan necesidades de empleo, alimentación y salud.
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