Durante el fin de semana, los vendedores de la Feria del Hueso enfrentaron bajas ventas en el nuevo espacio asignado para sus puestos. Los comerciantes manifestaron su esperanza de que la situación mejore conforme se acerque el Día de Muertos, cuando tradicionalmente aumenta la afluencia de visitantes. Sin embargo, la ubicación en la que fueron colocados ha generado incomodidad tanto para los vendedores como para los propietarios de negocios cercanos.
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Rodrigo Valencia, comerciante proveniente del Estado de México, comentó que este año su lugar habitual en el estacionamiento del Centro Comunitario fue cambiado, lo cual ha provocado inconvenientes. Según explicó, las carpas y las cuerdas instaladas para los puestos han dificultado la entrada y salida de vehículos, afectando a los negocios cercanos. “Antes estábamos en un sitio donde no afectábamos a nadie, pero ahora estamos en un lugar incómodo para nosotros y para los negocios de enfrente”, expresó.
Por su parte, Rigoberto Valencia, también del Estado de México, afirmó que este cambio ha derivado en frecuentes reclamos por parte de los propietarios de los negocios. Señaló que tanto ellos como los vendedores necesitan espacio para colocar sus carpas y exponer sus productos, pero la ubicación actual ha generado roces. “Las ventas han sido bajas, especialmente el domingo, pero esperamos que mejoren conforme más gente se acerque”, mencionó Valencia.
Además, los vendedores señalaron que el periodo de permisos este año se ha reducido. Según Valencia, en ediciones anteriores se les permitía permanecer hasta varios días después del 2 de noviembre, pero este año solo podrán vender hasta el 4 de noviembre. “Sabemos que los días con mayores ventas son los posteriores al Día de Muertos, y pedimos al gobierno un poco más de tolerancia para aprovechar esa oportunidad”, explicó.
Demetrio Velázquez, otro comerciante proveniente de Texcoco, Ciudad de México, quien vende pan de nata y pan de muerto, destacó que el domingo pasado se registró un ligero aumento en el flujo de clientes, aunque aún no alcanza el nivel esperado. Velázquez se mostró optimista sobre el potencial del nuevo espacio asignado y mencionó que espera que la afluencia continúe creciendo en los próximos días.
Martha Montes Portillo, oriunda de Camargo, compartió su experiencia y mencionó que, aunque las ventas han sido moderadas, ya se comienza a notar la respuesta del público. Confía en que, con la llegada del 31 de octubre y el 1 y 2 de noviembre, los visitantes aumentarán, generando mejores ventas para ella y sus compañeros.
A pesar de las complicaciones iniciales y la falta de espacio adecuado, los comerciantes mantienen la expectativa de que la afluencia crezca en las próximas jornadas, especialmente durante los días festivos. Confían en que, con el cambio de ubicación, la Feria del Hueso atraerá al mismo público fiel que cada año acude en búsqueda de productos tradicionales.
Mientras tanto, algunos vendedores hicieron un llamado a las autoridades locales para reconsiderar la logística del evento en el futuro, de modo que los comerciantes no enfrenten incomodidades y tensiones con los negocios de la zona.