El fruto de la vid es el gran protagónico durante la cena de fin de año. Doce uvas, doce deseos, doce campanadas a las 12 de la noche; tradición que año con año las familias siguen, incluso en tiendas departamentales se oferta en las entradas la fruta utilizada para este famoso ritual.
El vino, la cena y la familia reunida son una tradición durante las fiestas de fin de año, donde algunos se reúnen para convivir con sus seres queridos. En esta época se habla de los propósitos y metas que se esperan cumplir para el año que está por entrar, mismas que van desde la abundancia económica hasta temas de salud.
Asimismo las uvas tampoco faltan en las mesas de muchas familias y hogares que se reúnen para compartir en compañía de quienes quieren.
Según la información pública que se expone en portales, la uva es una fruta obtenida de la vid, planta semileñosa y/o trepadora que cuando se deja crecer libremente puede alcanzar más de 30 m, pasándola anualmente, queda reducida a un pequeño arbusto de un metro. Las uvas vienen en racimos, son pequeñas y dulces, se comen frescas o se utilizan para producir agraz, mosto, vino, vinagre y pisco.
Crecen agrupadas en racimos de entre seis y 300 unidades. Pueden ser negras, moradas, amarillas, doradas, púrpura, rosadas, anaranjadas o blancas, aunque estas últimas son realmente verdes y evolutivamente proceden de las uvas rojas con la mutación de dos genes que hace que no desarrollen antocianos, siendo estos las que dan la pigmentación.
Como fruta seca es comúnmente conocida como pasa. En México es común comer doce uvas, durante las campanadas que reciben el Año Nuevo y con cada una pedir un deseo por cada mes del año, deseando siempre amor, salud, paz, bienestar y prosperidad.
Durante la cena se acostumbra brindar con vino, el cual en México se produce a partir de las siguientes variedades; para tintos: Barbera, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Claret, Grenache, Merlot, Misión Nebbiolo, Petite Sirah, Ruby Cabernet, Tempranillo y Zinfandel.
Para vinos blancos: Chardonnay, Chenin Blanc, Fumé Blanc, French Colombard, Sauvignon Blanc y Sémillon.
La elaboración de vinos mexicanos se realiza, según el Consejo Mexicano Vitivinícola, en cuatro regiones que destacan por el clima ideal y condiciones adecuadas para su creación: Querétaro, Coahuila, Baja California y Zacatecas, que esconden tras cada botella, un gran trabajo en el cultivo de la uva.
La producción de uva industrial es de más de 80 mil toneladas, siendo Zacatecas el de mayor productividad en este tipo de uva, que tiene como características principales ser un fruto pequeño, ácido, de piel gruesa y que viene en racimos compactos. A nivel mundial la producción ocupa 75, 866 kilómetros cuadrados.
Por otro lado, la manzana representa la materia prima para la elaboración de la sidra, otro importante licor en nuestro país, se producen las siguientes variedades: Golden, Red, Gala, Rome, Starking, Red Chief y Top Red.
La producción anual asciende a más de 716 mil toneladas, los estados que destacan en rendimiento son Chihuahua y Durango; el primero de ellos aporta el 82% por ciento del total nacional. Actualmente las regiones de mayor producción de sidra en México se ubican en los estados de Puebla, Hidalgo, y Chihuahua.