La ciudad de Parral, además de ser llamada la Capital del Mundo y reconocida como Pueblo Mágico, es también considerada como un atractivo del Turismo Religioso por su gran riqueza cultural con templos que son verdaderas joyas arquitectónicas, entre ellos el de San Nicolás que data de 1634.
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Gracias a su enorme patrimonio religioso, la ciudad es un destino muy rico en cultura a través de sus iglesias, las cuales atraen al Turismo Religioso, sobre todo los siete templos del centro de la ciudad por su singular belleza arquitectónica.
Entre ellos se encuentra el emblemático Templo de San Nicolás, considerado una auténtica joya, el cual fue erigido en 1634 por el alférez real Don Juan Rangel de Biezma, como una expresión de gratitud a Dios por la fundación del Real de Minas San Joseph del Parral.
Su edificación es de adobe con un diseño franciscano y se encuentra en la esquina de la calle Ricardo Flores Magón y avenida Juan Rangel de Biezma, el cual dio origen al Barrio de San Nicolás.
Dentro de sus muros, el Templo de San Nicolás alberga una devoción venerada hacia la Virgen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, así como un entrañable recuerdo de San Nicolás de Tolentino. Su arquitectura de una sola nave, una portada de piedra de medio punto, un techo de madera y un coro, cautiva a los visitantes con su elegancia y solemnidad.
Es de resaltar que este templo es testigo de momentos históricos significativos, como el escenario del primer matrimonio celebrado en Parral. Con una torre majestuosa, dos campanas y una cúpula que alcanza los cielos, el Templo San Nicolás es más que un lugar de culto; es un testimonio vivo de la fe y la historia de la región.
En su interior, las pinturas y obras de arte narran historias de la fe y la devoción. Desde la anunciación a la Virgen María hasta la presencia de San Francisco Javier, cada rincón del templo cuenta una historia que trasciende el tiempo y el espacio.
Adyacente al templo, las oficinas parroquiales de la ciudad y una encantadora plazuela añaden un encanto adicional a la experiencia turística. Antiguamente un camposanto, esta plazuela ahora alberga un monumento a la madre, recordando las celebraciones pasadas en honor a las madres de la ciudad.
Aunque las festividades han cambiado con el tiempo debido al crecimiento de Parral, el espíritu de veneración y gratitud permanece arraigado en el corazón de la comunidad.
Como siempre la ciudad de Parral espera dar la bienvenida a turistas de todas partes del mundo, para compartir esta experiencia única de turismo religioso y cultural.