El Templo de Fátima es tal vez el más distintivo de la ciudad por nuestra historia minera, el cual es único en el país por estar totalmente construido de piedra desde sus muros que están revestidos de minerales extraídos de las mimas, hasta sus 210 asientos individuales, lo que lo convierte en un atractivo turístico digno de ser admirado tanto por los parralenses como por los turistas que visitan la Capital del Mundo en este periodo vacacional de Semana Santa.
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A iniciativa del padre Agustín Pelayo, en el año de 1953 inició la construcción de este emblemático templo, diseñado para honrar la labor de los Mineros y dedicado a la Virgen de Fátima, el cual fue consagrado el 8 de diciembre de 1954 por el obispo Don Antonio Guízar Valencia.
Esta majestuosa obra arquitectónica, refleja la rica tradición minera que dio origen a la ciudad y se alza como un destacado atractivo para los turistas que buscan sumergirse en la historia y la espiritualidad, en un testimonio vivo de la devoción y la laboriosidad de nuestra comunidad.
Sin duda lo más relevante de esta obra es que es un homenaje a la industria minera que dio origen a la ciudad del Real de Minas de San Joseph del Parral, hoy Hidalgo del Parral, ya que en cada detalle de evoca la esencia misma de la minería.
Sus muros de piedra están revestidos con minerales extraídos de las mismas minas que forjaron nuestra historia y en el interior las piedras están puestas en cinco franjas. La primera que es negra, de la Mina “La Prieta”, la segunda de negro menor, de la Apodaqueña, el color claro de Mina Los Bronces y el blanco de Cuevecillas.
Por su diseño arquitectónico único, en su interior existen 210 asientos individuales de piedra de mineral blanco, los cuales representan las mojoneras que delimitan los fundos mineros y en los cuales quienes asisten a visitar el templo se sientan en estos bancos.
Cada detalle tiene la esencia de la minería, desde el cielo raso de yute y sogas que recuerda a las curras utilizadas para extraer el mineral, una cadena gruesa que cuelga en el portillo central del comulgatorio perteneció a una calesa de la Mina “La Prieta”.
El Templo de Fátima cuenta con tres puertas de madera de encino, 5 jardineras, una torre de piedra, 25 escalones de la puerta principal, la cual luce un símbolo minero de pico, pala y cachumba, candiles de madera de encino, dos cruces de encino, una en la fachada y otra en la torre, mientras que debajo de la escalera existe un salón de juntas y donde además se guardan objetos sagrados.
También entre sus muros el templo alberga una rica colección de arte sacro, incluyendo la venerada imagen de la Virgen del Rosario, el Señor San José y el Señor de los Guerreros, por lo que su historia se entrelaza con la de los mineros y su fe inquebrantable.
El Templo de Fátima por todo esto es mucho más que un lugar de culto; es un monumento a la historia y la espiritualidad de Parral, motivo por el cual, durante esta Semana Santa, el Gobierno de Municipal invita a todos a visitar este tesoro arquitectónico y sumergirse en la riqueza de nuestro turismo religioso.