El municipio de Guadalupe y Calvo, que tiene 663 comunidades rurales, enfrenta diversos retos en el bienestar de su población, especialmente en temas de alimentación y vestimenta. Con una población de 53 mil 499 habitantes, el municipio ha identificado estas carencias como las principales necesidades de sus habitantes, según información difundida por la unidad de transparencia local. La Presidencia Municipal ha comenzado a implementar acciones para reducir estos rezagos y mejorar la calidad de vida en sus comunidades.
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De acuerdo con la información emitida vía solicitud de información, en Guadalupe y Calvo, las comunidades de mayor población son Guadalupe y Calvo, con 4 mil 413 habitantes; Baborigame, con 2 mil 702 habitantes; Atascaderos, con mil 384 habitantes; y Las Yerbitas, con mil 187 habitantes.
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Una de las prioridades para el municipio es mejorar el acceso a servicios básicos. Según los datos de la unidad de transparencia, solo el 33.57 por ciento de las viviendas cuenta con agua entubada, mientras que 9 mil 182 viviendas tienen acceso a energía eléctrica. Además, solo el 1.64% de las viviendas cuenta con acceso a Internet, lo que refleja una importante brecha digital en las comunidades rurales de la región.
Para mejorar la infraestructura, la rehabilitación de caminos rurales se está llevando a cabo a través del Departamento de Obras Públicas, en colaboración con el Gobierno Estatal. Estos trabajos buscan facilitar el acceso a las comunidades más alejadas y mejorar el transporte de bienes y servicios, fundamental para la economía y el bienestar de los habitantes.
La seguridad alimentaria es otra área prioritaria. El Departamento de Desarrollo Rural ha propuesto un plan para fortalecer el sector agropecuario y pesquero mediante cinco estrategias, incluyendo el impulso a la productividad agroalimentaria, así como el desarrollo de infraestructura y tecnología. Esto permitirá que los agricultores y ganaderos locales cuenten con los recursos necesarios para aumentar su producción y mejorar sus condiciones de vida.
Además, el Municipio ha comenzado a entregar apoyo alimentario y vestimenta a las comunidades más vulnerables, con el respaldo del Gobierno Estatal y Federal. Este esfuerzo busca atender de manera urgente a las familias que enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas, en un intento por aliviar el rezago en las áreas más afectadas.
La producción agrícola, ganadera y acuícola también ha sido impulsada con subsidios para adquirir semillas, fertilizantes e infraestructura para estos sectores. De esta forma, el municipio espera que los productores locales puedan ampliar sus mercados y mejorar la calidad de sus productos, tanto dentro del estado como a nivel nacional.
En el contexto de seguridad, el municipio, junto con el Gobierno del Estado, está trabajando en programas de apoyo a familias desplazadas por la violencia. Estos programas incluyen el suministro de alimentos, ropa y albergue temporal para aquellos que han tenido que abandonar sus hogares. La alcaldesa Ana Laura González Abrego ha encabezado estas acciones de apoyo humanitario para asegurar que los desplazados puedan recibir ayuda básica mientras se establecen en un lugar seguro.
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