Uno de los templos más emblemáticos de la ciudad es el de Fátima, dedicado a la Virgen que anunció el rezo del Rosario en un lugar conocido como Cova da Iria, cerca de Fátima, Portugal. El domingo 13 de mayo de 1917 la virgen se les apareció a tres niños de nombre Lucía, Jacinta y Francisco. Este templo en Parral se comenzó a construir el 9 de agosto de 1953 por el sacerdote Agustín Pelayo Brambilla, quien colocó la primera piedra en la falda poniente del cerro de la mina “La Prieta”.
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La colonia donde fue erigido el templo lleva su mismo nombre en honor a la Virgen, es una de las colonias más conocidas y queridas por los parralenses. Fue un barrio minero que se destaca por estar al pie de La Prieta. Antes se le conoció como la colonia Benítez, el sector estuvo dividido en tres secciones: el barrio minero, colonia La Esmeralda y la parte de “Las Carteras” donde había casas de lámina.
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Leonel Larios Medina, responsable de la Comisión Diocesana de Comunicación Social, informó que el 9 de agosto de 1953 el cura Agustín Pelayo Brambilla colocó la primera piedra en la falda poniente del cerro, fue consagrado el 8 de diciembre de 1954 por el obispo don Antonio Guízar Valencia, se caracteriza por sus muros de piedra que lucen en el interior, tiene un revestimiento totalmente minero con los metales extraídos de las minas de la región.
Señaló que su diseño arquitectónico es único, en su interior hay 210 asientos individuales de piedra representan las mojoneras que delimitan los fundos mineros, estos asientos son de cemento cubiertos con mineral blanco, los asistentes a las misas se sientan de manera individual en cada uno de estos bancos de piedra.
Así también, mencionó el presbítero que el comulgatorio y los ocho candiles son de madera de encino que se encontraban en este lugar de la construcción, es el único templo en el país que es totalmente de piedra y era para los mineros.
Las piedras en el interior están puestas en cinco franjas; la primera que es negra, de la mina “La Prieta”, la segunda de negro menor, de la Apodaqueña, el color claro, de mina Los Bronces y el blanco de Cuevecillas.
De igual modo cuenta con repizones de piedra rosa de la cortina de la presa Parral y en cumplimiento al dictado de Dios en éxodo 20 el altar es un bloque de piedra rústica no profanada por el cincel, en sus muros se encuentran también la Virgen del Rosario, el Señor San José y el Señor de los Guerreros, fotos y la historia de cuando la Virgen de Fátima se les aparece a unos niños en Portugal.
Una cadena gruesa que cuelga en el portillo central del comulgatorio perteneció a una calesa de la mina “La Prieta”, el cielo raso es de yute y sogas en memoria de las curras que usaban los mineros para sacar mineral, tres puertas de encino, 5 jardineras, 25 escalones en la puerta principal y una torre de piedra, así también arriba de la puerta principal luce el símbolo minero: pico, pala y cachumba, dos cruces de encino, una en la fachada y otra en la torre, debajo de la escalera hay un salón de juntas y para guardar objetos sagrados.
Cabe señalar que este templo de Fátima se encuentra en uno de los barrios más visitados por el turismo ya que por este sector está la entrada principal a la mina “La Prieta”, el conocido Barrio de Fátima es parte de primeros siete barrios que fundaron nuestra ciudad, estos barrios se encontraban a lo largo del Río San Gregorio, conocido como el Río Parral en un principio fue un sector desolado donde se establecieron los primeros pobladores en tiempos de la colonia, sin embargo comenzó a tomar forma a finales de 1800.
Manuel González Ávila miembro del colectivo Salvemos Nuestro Patrimonio Cultural señaló que en un principio este barrio se le conoció como la colonia Benítez, donde se comenzó a conformar a mediados del siglo XIX, Esteban Benítez Lumbier un minero reconocido de aquella época, era dueño del terreno, éste comenzó a conformar el vecindario del minero, según datos históricos una parte de la alambrada que ahora es la colonia Morelos fue propiedad de Don Pedro Alvarado.
Estas primeras viviendas del barrio de Fátima se encontraban a un costado del arroyo, actualmente es costado de la calle Bartolomé de Medina, en esta parte se les puso nombres a los callejones, como; calle Diamante, calle Turquesa, calle Rubí entre otras piedras preciosas, por otra parte la antigua colonia minera son las calles estaño, calle Zinc, calle plomo, calle Oro, son nombres de minerales, del lado de los que eran los pasitos son nombres de minas.
En el año de 1953 el padre Agustín Pelayo Brambilla constituyó un patronato para la edificación de unos de los templos más emblemáticos de nuestra ciudad, el templo dedicado a la Virgen de Fátima, fue hasta el 9 de diciembre de ese año cuando se colocó la primera piedra de este templo, fue consagrado este templo en 1954 por el obispo Don Antonio Guízar Valencia.
La Virgen del Rosario tuvo su aparición un domingo 13 de mayo de 1917, la virgen de Fátima se les apareció a tres niños de nombre Lucía, Jacinta y Francisco, esta aparición se llevó a cabo en un lugar conocido como Cova da Iria, cerca de Fátima Portugal, donde describieron a una mujer “más brillante que el sol” vestida de blanco, con un manto con bordados dorados y en sus manos un rosario.
Nuestra señora de Fátima es oficialmente reconocida como la Virgen del Rosario, en nuestra ciudad es la patrona de los mineros, en los mensajes de la Virgen a los niños exhortaba al arrepentimiento, a la conversión, a la práctica de la oración y la penitencia como camino de reparación por los pecados de la humanidad.