Actos de vandalismo enlazados a cuestiones de drogadicción y alcoholismo en jóvenes del albergue de San Andrés impiden el desarrollo de proyectos en el Telebachillerato Comunitario, además de la falta de recursos para rehabilitar las instalaciones. Las ventanas de las aulas, se encuentran cubiertas con pedazos cartón y madera para evitar el ingreso de personas, las puertas despegadas, además de que no cuentan con los servicios básicos como agua, luz. El director del Plantel, Rafael Gardea, señaló que desde hace dos años está presente la problemática, luego de que fueran retirados el personal de vigilancia, por lo cual, al estar sola las instalaciones las personas aprovechaban para ingresar a ingerir bebidas embriagantes y consumo de drogas.
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El director del telebachillerato comunitario 80138, ubicado en el asentamiento indígena de San Andrés, Rafael Gardea informó sobre las condiciones en las que se encuentran las instalaciones tras los actos de vandalismo generados por jóvenes de esta comunidad.
Explicó que desde hace dos años este sitio fue destruido por jóvenes con problemas de drogadicción y alcoholismo que ingresaban a las aulas y al área de comedor para cometer actos de destrucción en vidrios, puertas y ventanas.
Detalló que la problemática se agravó derivado a que fueron retirados de sus funciones los tres veladores que se encargaban de las acciones de vigilancia y seguridad; “nos notificaron de la Presidencia Municipal que serían retirados, realizamos la solicitud para que los dejaran; sin embargo, mencionaron que no se podía, debido a que esa acciones estaba fuera de su competencia”.
El área que presenta mayor daño es la iba a ser destinada como comedor, debido a que es la que está a más cercana al arroyo del asentamiento, sitio en donde se reúnen los jóvenes durante los fines de semana.
“Cada fin de semana es común observarlos consumiendo bebidas embriagantes debajo de unos árboles que están a escasos metros de la institución, por lo cual antes tenían el libre acceso, ya que no contábamos con una cerca”.
Debido a los actos de vandalismo, las ventanas tuvieron que ser cubiertas con micas usadas, en algunos casos con cartón, anuncios publicitarios o madera para evitar el ingreso de las personas, además de que se trató de reforzar las puertas.
“Tratamos de que ya no entraran por lo que colocamos estas cosas; sin embargo no hemos logrado reconstruir lo que ellos destruyeron; se necesita una inversión y mejorar la vigilancia en el plantel para evitar que nuevamente cometan estos actos que no permiten el desarrollo de proyectos”.
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Mencionó que se presentan diversas necesidades, como la colocación de vidrios, enrejados, nuevas puertas, construcción de baños que cuenten con el servicio de agua; “lamentablemente no contamos con agua, nuestras estudiantes en ocasiones prefieren salir a realizar sus necesidades fisiológicas al arroyo, debido a que no están en óptimas condiciones los baños móviles con los que contamos”.
También mencionó que requieren de la construcción de una nueva aula, debido a que la que están utilizando actualmente fue creada con el objetivo de cumplir con la función de un comedor, pero derivado a los daños generados no se logró utilizar.
“El DIF estatal nos entregó el equipo de cocina, pero no logramos hacer que funcionara como tal, ya que destruyeron el área y teníamos el pendiente de que nos robaran las cosas, por lo cual determiné que lo mejor era regresarlas”.
Añadió que otras de las prioridades que se tienen es la contratación de los servicios básicos, como luz, agua potable y drenaje para cuando se cuente con la construcción de los baños para brindar una mejor atención a la comunidad estudiantil.
“Tenemos muchos proyectos para este telebachillerato que fue creado para la educación de los jóvenes indígenas; sin embargo, existe la falta de cultura para el cuidado de esta institución, estaría bien que se asignara un velador o que Seguridad Pública acuda a realizar recorridos constantes para prevenir actos de vandalismo”.