“Tallador de lápidas” el oficio en el que se da muestra del arte después de la muerte y resguarda el recuerdo de las familias; así lo expresó Héctor Molina, quien desde hace 20 años ha trabajado en la elaboración de sepulcros, siguiendo el ejemplo de su padre quien le enseñó el trabajo de estas piezas en las que se utilizan diferentes tipos de materiales como mármol, grano natural o procesado, además de floreros, esculturas religiosas.
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En la salida a la carretera al municipio de Santa Bárbara, justo a un costado se logra observar un negocio que presenta una particularidad a diferencia de los demás ya que en este espacio se exhiben diferentes lapidas, creando una imagen semejante a la de un “camposanto”.
Desde hace más de tres décadas, el oficio de “tallador de lapidas” ha permanecido activo en la familia Molina, quienes han elaborado una gran variedad de piezas únicas que muestran el arte después de la muerte.
Ricardo Molina, quien apoya a su padre Héctor Molina en su negocio narró que desde su infancia creció viendo su trabajo por lo que, a través de sus enseñanzas y experiencias, le fue inculcando el amor por este oficio.
“Crecí entre el arte después de la muerte, entre lapidas, figuras y mensajes que enmarcan el recuerdo de las familias para sus seres que han partido de este mundo, siendo algo muy emotivo que hace aún más especial este oficio que se hace con todo el respeto”.
Explicó que al acercarse la fecha del “Día de Muertos” el trabajo comienza a incrementarse debido a que las personas buscan tener todo listo para la celebración del 2 de noviembre “buscan que sus seres queridos tengan un sepulcro digno, por lo que acuden a solicitar la elaboración de estos”.
Desde diseños únicos y personalizados, hasta trabajos al gusto del cliente realizan los “lapideros” quienes mencionaron que algunas personas se apoyan de ideas que sacan a través del internet.
“Algunos ya vienen con su idea de cómo quieren su trabajo, por lo que nosotros únicamente nos encargamos de seguir sus instrucciones para brindarles nuestro mejor servicio”, así lo expresó Ricardo Molina.
De igual forma mencionó que trabajan con diferente tipo de material como mármol, grano natural y procesado, siendo diferentes los costos, “tenemos variedad de precios, dependiendo el material y el tipo de escultura que pidan, puede ir desde los 12 mil pesos o más”.
Señaló que para la elaboración de una lápida pueden tardar alrededor de dos semanas, ya que se trabaja desde la elaboración de la base, secado, proceso de materiales, además de las cruces, los jarrones, libros o figuras religiosas que solicite el cliente.
“Cada lápida tiene su sello que la hace distinta a las demás, es un arte el trabajar con este tipo de esculturas que embellecen además los camposantos y brindan una digna sepultura a quienes ya han partido”.