Luego de aprobarse la venta del balneario “El Trébol” en el municipio de Allende, la segunda sesión de Cabildo extraordinaria que definiría los términos en los que se vendería este espacio, fue abordada por ciudadanos inconformes que se oponen a la venta del balneario, la resolución fue postergada e incluso posiblemente cancelada, debido a la voz de los habitantes de dicho municipio.
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La cita programada para la reunión de Cabildo donde se habrían de determinar las cláusulas de ley para la venta del balneario “El Trébol” fue a las 17:00 horas, pero se prolongó hasta después casi las 18:00 horas ya que el acto protocolario involucró, además del Honorable Ayuntamiento, a los ciudadanos valleros.
Las voces se manifestaron en contra de la venta de este espacio que, a propuesta del cuerpo de regidores y el Presidente Municipal, debería ser vendido para sanear las finanzas del Municipio, cuya Administración fue recibida con adeudos según lo expresado por el edil Jesús Soto.
De entre los argumentos expuestos por los ciudadanos, destacaban que el espacio había sido donado y que se trataba de un lugar frecuentado no solo por los valleros, sino por gente de todos los municipios que colindan con éste.
Previo a la resolución y la presentación del formato para la venta de este espacio, decenas de personas se apostaron en el lugar, para pedir la palabra y exponer su negativa ante esta propuesta ya aprobada anteriormente por el H. Ayuntamiento de Allende.
“Qué bueno que están aquí, los felicito, es un proyecto grande, la Gobernadora lo respalda, yo quiero venderlos porque no se usan, ahora mi postura será la que el pueblo decida” indicó el Alcalde.
La sesión de Cabildo tuvo que ser postergada para continuar a puerta cerrada, pero se les prometió a los ciudadanos inconformes que la venta no se realizaría y se retomarían las propuestas para este tema.
“No puse a votación la venta porque estoy seguro que el 90 por ciento aceptaría esto, ese edificio es un bacanal, una borrachera, mi postura es que cuidemos lo que queremos, me acusan de que yo quiero venderlos, pero es un proyecto que yo tenía antes de que la Gobernadora anunciara” aseveró el Alcalde.
Los argumentos por parte de la ciudadanía lograron dar una pausa en la toma de esta decisión, por lo que el acto de Cabildo se postergó a puerta cerrada y hasta el momento la decisión dicha al pueblo de Allende fue de que las albercas no se venderían.