La Secretaría de Desarrollo Rural del Gobierno del Estado informó que mantiene una estricta supervisión sanitaria en las estaciones cuarentenarias de La Casita, Los Charcos y Escalón, con el propósito de revisar todo el ganado proveniente de otras regiones del país. Estas acciones buscan garantizar el cumplimiento de los protocolos sanitarios, tras el reciente cierre de la frontera estadounidense a la exportación de ganado en pie.
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El cierre, que entró en vigor el 24 de noviembre de 2024, se dio luego de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos detectara la presencia de un caso de gusano barrenador en un animal procedente del estado de Chiapas. La medida afecta a todos los estados exportadores de ganado, incluidos Chihuahua, Sonora, Durango, Coahuila y Tamaulipas, que han visto interrumpidas sus operaciones comerciales hacia Estados Unidos.
Juan Carlos Flores, jefe del Departamento de Ganadería, destacó que las estaciones cuarentenarias operan como un filtro clave para garantizar que el ganado que transita por el estado esté libre de enfermedades o parásitos que puedan representar un riesgo sanitario. Este control refuerza la estrategia para evitar la diseminación del gusano barrenador.
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Por su parte, el Gobierno Federal trabaja en un plan de acción que será presentado en los próximos días. Una vez aprobado, se enviará al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos para su validación, con el objetivo de reabrir la frontera y reactivar las exportaciones. Este proceso busca demostrar que México cuenta con los mecanismos adecuados para prevenir la propagación del gusano barrenador.
Desde hace meses, Senasica implementa protocolos estrictos en Chiapas, estado fronterizo con Guatemala, donde se inspecciona exhaustivamente al ganado antes de ser enviado a otras regiones. Estas medidas incluyen revisiones físicas, aplicación de desparasitantes como ivermectina y baños de inmersión, así como el sellado de los tráileres para evitar cualquier riesgo sanitario durante el transporte.
El caso detectado en Chiapas fue tratado de inmediato conforme al protocolo establecido, quedando el animal en observación. A pesar de estas acciones, Estados Unidos decidió cerrar sus fronteras de manera preventiva, argumentando la necesidad de proteger su territorio, aunque el incidente ocurrió a más de 3,000 kilómetros de distancia.
Las autoridades estatales han expresado su preocupación por el impacto económico que este cierre podría generar en los productores ganaderos de Chihuahua y otros estados. Sin embargo, recalcaron su compromiso con las medidas preventivas y de control para garantizar la sanidad del ganado mexicano.
La apertura de la frontera dependerá de la aprobación del plan de acción por parte del gobierno estadounidense. Mientras tanto, el Gobierno del Estado continuará reforzando la vigilancia sanitaria en las estaciones cuarentenarias, en coordinación con las autoridades federales, para contribuir a la solución de esta problemática y restablecer las exportaciones en el menor tiempo posible.
