“Sigo de pie por mis hijos, ellos anhelan volver a ver a su papá”, así lo expresó la señora María Guadalupe Reyes, quien desde hace once años está en la búsqueda de su esposo Mauro Sotero Barraza, quien fue privado de la libertad en la colonia Paseos de Almanceña.
Recibe las noticias más importantes directo a tu WhatsApp
Once años han transcurrido desde aquel 4 de abril de 2012 cuando la vida de la familia Barraza Reyes cambió por completo, debido a que uno de sus integrantes fue privado de la libertad.
Ese día todo transcurrió con normalidad debido a que cada uno llevó a cabo sus actividades cotidianas, por lo que al llegar la noche se respiraba un ambiente de paz y tranquilidad en ese hogar, sin embargo un fuerte acontecimiento estaría por ocurrir y acabar con la calma de esta familia.
Alrededor de las 23:00 horas un fuerte forcejeo en la puerta principal de la vivienda comenzó a escucharse, siendo la alerta de que algo malo estaba pasando debido a que alguien intentaba ingresar a ese hogar.
“Nuestro corazón comenzó a latir cada vez más fuerte, el miedo y la incertidumbre se apoderaron de nosotros” así describió ese momento la señora María Guadalupe Reyes, quien al no saber qué ocurría, le preguntó a su esposo Mauro Sotero Barraza sin embargo el silencio se apoderó del hombre, quien no pudo brindar algún detalle sobre este acto.
Al cabo de unos minutos mencionó que su esposo le ordenó que abriera la puerta al no existir otra alternativa, por lo que únicamente siguió sus indicaciones “abrí la puerta y entraron por él, no hubo explicación, no hubo algún motivo, solo se lo llevaron”.
Describió que fue muy doloroso el ver cómo se llevaban a su esposo, además de la impotencia de no poder evitarlo: “Pasaron tantas cosas por mi cabeza, al ver que partían con él, no solo se lo llevaban a él, se llevaban parte de nuestro corazón, de nuestra familia que un día formamos”.
Te puede interesar: Nada que festejar el 10 de mayo, solo queremos hallar a nuestros hijos: Madres de desaparecidos
Rápidamente dio aviso a las autoridades policiacas, con la esperanza de que ellos, pudieran encontrarlo con bien y regresarlo al lado de su familia.
Sin embargo, las primeras horas comenzaron a transcurrir y no existía ninguna señal que les pudieran brindar para localizar a su esposo: “Fueron los momentos más difíciles que nos ha tocado vivir, el ver a mis hijos extrañar a su padre, es algo que duele mucho”.
El tiempo siguió su marcha, y en lugar de horas, fueron días, meses y años, sin embargo, lo único que no cambió fue el avance en la investigación en la cual nunca se obtuvieron mayores pistas o datos del rastro de Mauro.
“Únicamente se abrió la carpeta de investigación pero nunca se emitieron avances en los trabajos para la localización de Mauro, así transcurrieron ya once años”.
Con una mirada firme que refleja su tristeza y la impotencia que siente debido al trabajo de las autoridades, describió que durante este proceso se han sentido solos, sin ningún tipo de apoyo: “Ellos nunca localizaron a mi esposo, era lo único que pedimos, nosotros no buscamos culpables, solo a mi esposo”.
Recordó que hace poco tuvo la visita del personal de la Fiscalía General del Estado Zona Sur, quienes le cuestionaron si deseaba dar por terminada la carpeta de investigación de su esposo Mauro.
Mencionó que ella deseaba ya culminar toda acción con el personal investigador, sin embargo el amor de sus hijos la hizo no dar por cerrado su caso: “Ya perdí la fe en ellos, pero mis hijos siguen con la esperanza intacta de que realizarán su labor y que su padre va a regresar a casa”.
Ahora en la actualidad han transcurrido once años desde aquel lamentable día, sin embargo, María Guadalupe sigue de pie por sus hijos quienes anhelan el volver a sentir un abrazo y un beso de su padre, a quien describieron como una persona “cariñosa y de buen corazón” que siempre estuvo al lado de ellos.
“Sigo adelante por ellos, cuando se fue su padre fue un golpe muy duro, sobre todo para mi hijo mayor quien sigue aferrado a su recuerdo y cómo no estarlo, si fue un padre que los amó con todo su corazón”.
Describió que la vida sin su esposo ha sido muy difícil, debido a que ha tenido que enfrentarse sola con sus hijos en el camino de su búsqueda.
“Se nos fue nuestro pilar, quien era nuestra fuerza, nuestro protector, nos quedamos solos enfrentándonos a tratar de dar con su rastro para al menos tener algún lugar digno en donde ir a verlo y recordar lo bonito de la vida cuando estaba a nuestro lado”.
Mencionó que durante estos años han pedido que se sensibilicen con su historia y quien tenga información sobre la localización de su esposo lo emita aunque sea anónimamente, debido a que su único interés es encontrarlo, y no buscar culpables.
“Hemos pedido tanto que nos digan dónde está, en dónde lo dejaron para poder ir por él y alcanzar la paz que sentíamos antes de que se lo llevaran, solamente nos importa él, culpables no buscamos ni los motivos por los cuales se llevaron”.
Destacó que tras las acciones que ha emprendido en la búsqueda de su esposo la llevaron a unirse al Colectivo 10 de Octubre en donde ha encontrado el apoyo con otras mujeres que han pasado por la desaparición de algún familiar.
“ En este espacio he podido expresar mi dolor, además de que he conocido las historias de otras mujeres que enfrentan este problema, por lo cual nos hemos ido conociendo y poco a poco hemos ido creciendo en este colectivo, además de que nos unimos para la búsqueda de nuestros seres queridos, aquí todos son importantes.”
Mencionó que aunque el tiempo pase, ella seguirá en busca del padre de sus hijos a quien extraña cada día más.
“Continuamos esperándote Mauro, solo deseamos encontrarte, alguna pista que nos puedan brindar, aunque sea anónimamente para llegar hasta donde tu estas, no busco culpables, ni me interesa algo más, solo a mi esposo, el padre de mis hijos”.