Carne de res podría dejar de ser un artículo de la canasta básica, el representante de la Asociación Ganadera de la región sur indicó que el costo del kilo de la vaca gorda pasó de 35 a 45 pesos en el transcurso de 2019 a 2022.
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Un kilo de carne molida, se encuentra en 150 pesos, dependiendo de la calidad y del sitio donde se compre, motivo por el cual se vuelve uno de los artículos básicos cuyo valor se encuentra más alto, quedando fuera del alcance para algunos, esto se origina del desajuste en la cadena productiva a consecuencia de factores económicos y naturales, como el alza de gastos de operación y la sequía.
Fidencio Loya, representante de la Unión de Ganaderos de Parral, informó lo que el hato ganadero disminuyó casi un 50 por ciento, la población bovina, representada por 15 municipios del sur de Chihuahua pasó de 400 mil a 220 mil.
En este sentido, explicó que al disminuir la población bovina, el precio se disparó, el temor que hay es que la demanda del artículo disminuya, debido a se puede sustituir el consumo de res por pollo o pescado, cuyo precio es más bajo.
Por este motivono se espera que el precio de la carne de res se mueva, pues quedaría fuera del alcance de la mayoría de la población tomando en cuenta que la mayoría de la clase trabajadora gana entre uno y dos salarios mínimos.
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Jiménez, Allende, Coronado, El Tule, Parral, Huejotitán, López, Matamoros, San Francisco de Borja, San Francisco del Oro, Santa Bárbara, Satevó, Valle de Zaragoza, Guadalupe y Calvo, Guachochi y Balleza; son algunos de los municipios que se vieron afectados por esta situación.
La vaca gorda y carnuda, son los animales que se utilizan para el consumo familiar; el precio de la carne se disparó desde 2019, hasta el momento de esta publicación el precio de la vaca gorda se paga en 45 pesos el kilo, mientras que la vaca carnuda tiene un valor de 37 pesos.
En 2019 la vaca gorda tenía un valor de 35 pesos, a su vez la vaca carnuda tenía un precio de 33 pesos; pero efectos económicos como el alza de los alimentos, derivó en un desajuste en la cadena productiva, por lo que los precios se dispararon.
El precio de los forrajes utilizados para alimentar al ganado aumentó; la alfalfa tuvo una tendencia al alta pues el kilogramo se fue de 4.25 a 4.50 y la tonelada tiene un valor de hasta cuatro mil 500 pesos, según los datos emitidos por Roberto Baca, jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Por su parte, Fidencio Loya, dijo que la expectativa de producción es baja; el encarecimiento de insumos, combustibles, manutención sumada al factor de la sequía dejaron esas afectaciones en la actividad primaria.
En la región de 15 municipios del sur se llegaron a producir hasta 160 mil becerros por año, la cual se pronostica que este año tenga una disminución de hasta 45 por ciento en relación a la producción de 2019.
Esto parte de que la población de vacas paridoras disminuyó de 2019 a 2022 hasta un 45 por ciento por factores como la sequía y el encarecimiento de la manutención, que dejó animales mal alimentados que perdieron fertilidad.
A esto se le suma que los costos de operación en un rancho han incrementado: semillas, alimento, suplementos, combustible y otros energéticos han tenido un aumento en los últimos dos años, lo que tuvo un impacto significativo para el consumidor final.
El entrevistado aseveró que todos los ganaderos de la región se encuentran registrando pérdidas, ya que la actividad bovina no está siendo la más redituable, por lo que han tenido que apostar más por la agricultura, aún con la ausencia de precipitaciones.
Con las lluvias de las últimas semanas, se abrió la expectativa para el sector ganadero que espera que se estabilicen los precios de manutención, además de que el pasto de las praderas comenzará a salir.
Para esto se requiere como mínimo un total de 50 días húmedos, por lo que si continúan las lluvias como en semanas pasadas, se podría considerar como “una luz al final del túnel” para el azote que está sufriendo esta actividad primaria.