La crisis de sequía que azota al estado de Chihuahua, especialmente en su región sur, ha encendido alarmas y movido a líderes locales a proponer acciones para enfrentar la emergencia. El diputado Guillermo Ramírez, representante del distrito 21 abordó la gravedad del problema y destacó la urgencia de unir esfuerzos entre el Congreso del Estado, el Gobierno estatal y federal, con el fin de asegurar fondos que ayuden a mitigar los efectos de la sequía extrema.
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Durante una reciente entrevista, el diputado Ramírez enfatizó la necesidad de gestionar recursos en conjunto con el presidente municipal de su distrito para cubrir las necesidades más urgentes, sobre todo en temas relacionados con el agua potable y el apoyo a los agricultores y ganaderos de la región. “Estamos en una situación crítica, en un nivel máximo de sequía entre el nivel cuatro y cinco, algo que no ocurría desde 1995”, mencionó Ramírez señalando que, de no haber lluvias en los próximos meses, el ciclo agrícola de 2025 está en riesgo de ser cancelado, lo que afectaría a miles de trabajadores del campo.
La situación es especialmente apremiante en las áreas agrícolas de Delicias y Camargo, donde las presas se encuentran a niveles alarmantemente bajos, entre el 10 y 15 por ciento de su capacidad. Ramírez indicó que la cancelación del ciclo agrícola no sólo generaría pérdidas millonarias para el sector, sino que también dejaría sin sustento a miles de jornaleros. Por esta razón, instó a declarar un estado de emergencia en todo Chihuahua y solicitó que el Gobierno federal también emita la misma declaración para atraer recursos adicionales.
Para enfrentar esta situación, Ramírez destacó que desde el Congreso Estatal se están buscando apoyos para los productores locales. “La falta de agua no se resuelve sólo con lluvias, sino con dinero y recursos. Se debe trabajar en programas de apoyo que lleguen directamente a los agricultores y ganaderos”, explicó el legislador, quien añadió que entre las solicitudes más urgentes de los productores está el suministro de forraje y granos.
En cuanto a proyectos específicos para la región sur, Ramírez mencionó que el Gobierno Estatal ya ha destinado mil millones de pesos para comenzar a atender la crisis, aunque considera que esta cifra es insuficiente. “Se requiere el apoyo de la Federación para fortalecer esta inversión y asegurar la subsistencia de los ganaderos y agricultores de nuestra región”, insistió.
Ramírez, también comentó que además de apoyo para el sector agrícola, se debe considerar la situación de las comunidades urbanas que enfrentan la misma escasez de agua. Como medida paliativa, se trabaja en la conexión del pozo conocido como “La Tomatera”, que aportará 70 litros de agua por segundo a la región, una acción que podría aliviar temporalmente la situación de abastecimiento en varias localidades.
A medida que avanza noviembre y el ciclo de lluvias termina, la sequía extrema se hace más evidente, afectando no sólo al campo, sino a las ciudades y poblados. Ante esto, Ramírez reiteró que es importante buscar fuentes alternas de agua y continuar gestionando recursos tanto del Gobierno estatal como federal, así como aprovechar el compromiso de las dependencias para atender esta crisis hídrica.
Finalmente, el diputado Ramírez subrayó la necesidad de unir esfuerzos para implementar estas medidas de emergencia y así proteger el sustento de miles de familias que dependen de la agricultura y la ganadería. “La situación es grave y necesitamos actuar rápido y con decisión para garantizar que Chihuahua tenga un futuro sostenible”, concluyó.
