Este día se recuerda como uno de los más trágicos en Parral, ya que el 8 de septiembre de 1932, se produjo una gran catástrofe, en donde el río se desbordó destruyendo 250 edificios en una extensa área que abrazó desde el barrio de las Huertas, hasta el molino El Retiro; posteriormente el 8 de septiembre de 1944, ocurrió de nuevo una grave desgracia que asumió caracteres dramáticos, por las escenas de horror que se produjeron y que alcanzó proporciones trágicas, cuando una tromba cayó en la Sierra del Astillero y el Río Parral empezó a elevar su nivel, a las 10:00 de la noche, el agua cubría casi por completo los puentes, tres mil 416 tres personas quedaron sin hogar.
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Por cerca de 100 años, el río dio una tregua a los vecinos de Parral, después de la última inundación de 1837, pues las crecidas torrenciales no causaron daños, corriendo dentro de los muros de mampostería levantados en los lugares angostos del cauce; pero la confianza adquirida fue fatal al vecindario que paulatinamente fue levantando construcciones en el mismo lecho y se tendieron puentes sobre pilares que obstruían la corriente.
Por lo que, al ocurrir una creciente de excepcionales proporciones, causada por las prolongadas lluvias de la Sierra del Astillero, el 8 de septiembre de 1932, se produjo una gran catástrofe, desbordándose el río y destruyendo 250 edificios en una extensa área, que abrazó desde el barrio de las Huertas, extremo más lejano río arriba de la ciudad, hasta el molino El Retiro, último punto del caserío río abajo, localizado poco antes del llegar a La Boquilla.
Afortunadamente, en aquel entonces no hubo desgracias personales debido a las medidas preventivas tomadas por el entonces presidente municipal, Gabriel Chávez, quien cuando tuvo noticia de que una inundación se avecinaba, mandó evacuar toda la zona, salvando la vida de numerosas personas.
Cuatro años después, a la una de la mañana del 24 de septiembre de 1936, la escena volvió a repetirse por las mismas causas. Tempestades en las sierras, torrenciales avenidas de los arroyos e insuficiencia del cauce del río provocó la destrucción de muchos hogares, y la pérdida de vidas con el derrumbe de dos de los puentes.
El agua subió un metro con 50 centímetros dentro de las instalaciones del Hospital de Jesús, que se ubicaba a orillas del río; ocurriendo el fallecimiento de una anciana en su interior.
El puente Sobarzo quedó seriamente destrozado y parte del Calicanto. Se inundaron además los bajos del antiguo Teatro Quiñonez, posteriormente Cine Rex.
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Inundación de 1944 fue la peor de todas
El 8 de septiembre de 1944 ocurrió de nuevo una grave desgracia que asumió caracteres dramáticos, por las escenas de horror que se produjeron y que alcanzó proporciones trágicas. Una tromba cayó en la Sierra del Astillero y por consecuencia en Parral, el río empezó a elevar su nivel y, a las 10:00 de la noche, el agua cubría casi por completo los puentes.
El volumen de agua que arrastró el río, calculado en el puente de Guanajuato fue de mil 093 metros cúbicos por segundo durante una hora, y el agua subió en La Boquilla hasta 12.40 metros sobre el nivel del cauce, pasando 600 metros cúbicos por segundo, alcanzando la represa hasta el barrio bajo de la ciudad, que se inundó, provocando cuantiosos daños materiales.
Se calcularon mil edificaciones destruidas y tres mil 500 damnificados, así como más de 65 personas que perdieron la vida, unos ahogados y otros prensados bajo los escombros de los edificios, entre ellos 14 niñas del Asilo Josefino, que se encontraba en la avenida Independencia, mismo que se hundió debido a que debajo de él pasaba un canal de desagüe. mil 099 edificios con un valor estimado en más de cinco millones de pesos, la tercera parte del caserío de la ciudad, fueron destruidos.
Pues las aguas alcanzaron en 30 minutos una altura sin precedente, convirtiendo en torrentes las calles más céntricas de la población. Cinco de los puentes fueron destruidos y uno más seriamente dañado, quedando con sus pretiles desechos el antiguo puente colonial.
Quedaron totalmente arrasados los edificios y completamente destruidos los muebles del Hospital de Jesús, que se localizaba en la recién abierta avenida 20 de Noviembre, junto al puente Francisco Villa, y desde hacía 40 años había practicado la caridad entre las clases populares, no habiendo allí pérdida de vidas.
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El horror se prolongó por un total de cinco horas
Fueron cinco horas de pánico a partir de las 12:00 de la noche. El agua llegó hasta la plaza Principal y la calle Flores Magón, en la Plazuela Victoria llegó hasta la banqueta de la antigua Villa de Grado. La calle Agustín Melgar o del Pueblo estaba inundada; en la avenida Independencia, la altura del agua casi llegaba a un metro.
La luz eléctrica se interrumpía a cada momento y duraba largo tiempo la oscuridad, las mujeres lloraban e imploraban a Dios.
En la casa del exalcalde de la población, Adolfo Chávez Amparán, murieron ocho personas. En la calle Maclovio Herrera murieron dos ancianas sepultadas bajo los escombros de su casa.
Un hombre de origen asiático murió electrocutado al pisar un cable de energía eléctrica. Así como también Jesús Valdez "El Cuadrado", que pereció ahogado cuando se dedicaba a salvar a otras personas.
En la calle Ernesto Quiroz perecieron dos personas de nacionalidad china. En el arroyo de la Cruz pereció una persona y tres más en el callejón Sanginés, un total de tres mil 416 personas quedaron sin hogar.
