Trastornos alimenticios pasan desapercibidos por los padres de familia, en los últimos dos años se han detectado únicamente dos casos en las estadísticas reportadas por la Región III de la Secretaría de Salud, fueron se oficializaron en mayo y junio del año en curso, esta cantidad representa poca, ya que un sinnúmero de casos no están tratados por la Secretaría de Salud, ya que para los padres de familia no son tan notorios como una adicción o trastornos como la depresión.
Marcos Rodarte, titular del área de Comunicación Social en la Región III de la Secretaría de Salud informó que en 2019 y 2020 no se detectó ningún caso de bulimia o anorexia.
Según lo destacado fue hasta mayo y junio que se oficializaron un par de casos, uno en cada mes, esto se logró detectar mediante una de las campañas realizadas por la Secretaría de Salud.
Explicó que la cantidad representa poca, no se descarta la presencia de más personas que padezcan este tipo de enfermedades, lo que resaltó es que la detección se hace de manera distinta y resulta más complicado.
Ejemplifica que los padres de familia se alertan con el consumo de sustancias de una manera más notoria, ya que los comportamientos son distintos.
Cabe recordar que el consumo de sustancias en jóvenes se ha acrecentado, por lo cual, las campañas son más difundidas en escuelas, medios de comunicación e instituciones de gobierno.
En cambio, según lo dado a conocer solo se lleva a cabo una campaña de detección anual, donde los mismos padres tienen que llevar a sus hijos para saber si tienen algún problema de salud.
Expuso que esta problemática, sólo tiene registro en personas adolescentes, no obstante, como se recalcó, no hay campañas que permitan detectar este tipo de enfermedades.
La bulimia y la anorexia están pasando desapercibidas en padres de familia y personal de salud, tan solo de 2019 a la fecha se han detectado apenas dos casos en una ciudad que supera los 100 mil habitantes.