José López se estaciona a diario en el empedrado del Río Parral, que en general, está seco. Cientos de personas hacen lo mismo en la Vialidad del Río para evitar el pago de estacionamientos en la concurrida zona centro de la ciudad; sin embargo, el día que llueve se repite la misma fotografía: vehículos a flote que son arrastrados por el agua que reclama su cauce. La creciente es tan rápida que no les da tiempo de volver al sitio para mover las unidades y quienes se aventuran a hacerlo son arrastrados, como las jóvenes que la semana pasada tuvieron que ser rescatadas. Para los especialistas, esto ocurre porque la presa está al inicio de la ciudad en lugar de al final para retener el agua, evitar inundaciones y aprovecharla.
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Cada temporada de lluvias se convierte en una pesadilla para quienes trabajan al servicio de los ciudadanos de Parral. Tal es el caso del Departamento de Bomberos y el equipo de rescate de Protección Civil, quienes deben estar alertando constantemente a la población para que no ingresen a la Vialidad del Río, y mucho menos, que se estacionen en el empedrado, pues esto significa un peligro y riesgo de perder el patrimonio. O peor aún, la vida. Pese a que existe la historia en donde los vehículos son arrastrados por la fuerza de la corriente dejándolos en pérdidas totales, algunos ciudadanos hacen caso omiso tanto a las indicaciones de las corporaciones de seguridad como a la historia, pues insistentemente continúan dejando su vehículo estacionado en el lecho.
Lo anterior da como resultado que cuando es temporada de lluvias, como los meses de junio, julio, agosto y septiembre, haya reportes de vehículos varados en plena vialidad de personas que intentaron ganarle el paso a la corriente; o bien, de quienes estacionaron su auto para irse a trabajar y al regresar ya no lo encontraron en buenas condiciones. La situación última mencionada amplía el panorama del por qué los ciudadanos, pese al riesgo que esto implica, continúan estacionando sus autos en el empedrado y esto es bajo la respuesta de “no hay dónde estacionarse de manera gratis”.
El caos vial, la escasez de estacionamientos libres y el costo de un parquímetro
El Centro Histórico es una de los sectores en donde se concentra gran parte de la población, no porque sea un espacio residencial o habitacional (que hay pocas o en menor cantidad), sino porque lo principal de este sector es el comercio. Ubicado de manera estratégica en sus inicios, el centro constituye más de 200 negocios en toda la colonia, desde zapaterías, venta de ropa para dama y caballero, cafeterías, tiendas departamentales, comercios de electrodomésticos, celulares y línea blanca, hasta es el lugar donde coinciden todas las rutas del transporte urbano y foráneo, pues están las tres centrales de autobuses: la primera es la local que se encuentra en la plaza Guillermo Baca y este el punto en donde cada diez minutos llegan entre 7 y 8 camiones que parten hacia las colonias. La segunda central es la foránea, se encuentra en la calle Jesús García (igual de inundada de negocios y comercios). En dicha central arriban dos camiones de pasajeros cada media hora y salen con rumbo a Santa Bárbara y San Francisco del Oro. Y la tercera central que tiene destinos como Balleza, Guachochi y Jiménez con salidas cada 15 y hasta 40 minutos.
Todo lo anterior es un breve panorama sobre cómo el Centro Histórico está lleno de vida comercial de todos los giros y cabe destacar que para que este centro funcione es necesario que el personal acuda a laborar de manera diaria. Muchos trabajadores, ante la imposibilidad de adquirir un vehículo, toman el transporte público para llegar al centro; sin embargo, quienes viajan de su domicilio al centro en su propio automóvil es todo un reto para la estacionada, dado que al tener una alta demanda el Centro Histórico de estacionamientos, los cajones se llenan de manera rápida a partir de las 9:00 de la mañana, hora que inician labores en la mayoría de las tiendas y comercios.
Entre las calles de la colonia en análisis, el Gobierno de Parral optó por instalar parquímetros, aparatos que miden el tiempo que dura un vehículo ocupando un espacio de estacionamiento y se le cobra por el tiempo de uso, destacando que por cada hora son cinco pesos.
Un trabajador que diariamente acude al centro de la ciudad es José López, quien viaja en vehículo a su punto de trabajo y que lo estaciona lo más cerca posible de su punto de labores sin tener que hacer un pago, pues explicó que trabaja ocho horas al día y si pagara el parquímetro para estacionarse afuera del negocio, tendría que gastar hasta 40 pesos por día y al laborar seis días a la semana sería un total de 240 pesos a la semana, por lo que mejor prefiere buscar un lugar que sea libre. Empero, en ello recae la necesidad y la importancia del empedrado del río, pues éste puede albergar hasta más de 500 automóviles, durar horas y horas sin pagar algún concepto por uso de suelo; y es este el ideal para quienes trabajan en el centro.
El riesgo de estacionarse en la Vialidad del Río, en contraste con pagar 240 pesos a la semana, resulta ser del menor interés para José López y decenas de trabajadores de negocios que están en el centro. Por lo que optan por dejar su auto en dicho espacio por las ocho horas. No obstante, esta situación se convierte en un estrés cuando el cielo comienza a nublarse, amenaza con lanzar una tormenta y desatar la creciente del río.
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Cuando el clima hace lo propio y caen las primeras gotas de lluvia, hay trabajadores que en su empleo les permiten ir a sacar su vehículo antes de que llueva con intensidad. Hay jefes que son apegados a las normas laborales y prohíben que sus empleados salgan del centro de trabajo, por lo que los empleados tienen que esperar a que sea la hora de salida para ir por su vehículo.
Ésta es una de las situaciones que más se presentan en temporada de lluvias, decenas de carros varados en el empedrado del río y que la creciente los cubre debido a la actividad pluvial, como los dueños se encuentran trabajando no pueden ser rescatados, por lo que la imagen se repite cada año debido a la falta de un espacio libre y gratuito para estacionarse.
De Cara al Río: El prometedor proyecto que dará estacionamiento a los parralenses
Cerca de 120 cajones de estacionamiento están proyectados dentro del proyecto De Cara al Río que realiza la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno del Estado, mismo que dio arranque el pasado mes de febrero cuando la titular del Poder Ejecutivo de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, llegó a Parral para hacer el arranque de obra, donde anunció que el proyecto consiste en dar una nueva imagen al paseo Gómez Morín donde se dará impulso a la gastronomía local, paseo de dos pisos y una conexión con el Parque Lineal, además habrá cajones de estacionamiento al exterior y de manera subterránea con un total de 120 espacios. Todo esto bajo una inversión superior a 100 millones de pesos.
El proyecto podría darle una nueva alternativa a quienes diariamente tienen que acudir al centro para trabajar y sacar lo de la semana, pues tendrían un espacio seguro para estacionar su vehículo en el nuevo De Cara al Río, que podría ser algo similar al estacionamiento que se encuentra en el último piso del edificio de Gobierno.
En una declaración de Hiram Martínez, titular de Obras Públicas del estado, resaltó que este proyecto tendrá cajones de estacionamiento delimitados y establecidos, sin afectar cualquier otro espacio. Además, detalló que esta obra contará con un total de 120 espacios para estacionamiento, lo cual implica que habrá mayor movilidad y circulación de la economía al permitir que los ciudadanos tengan un espacio para consumir.
Cabe mencionar que en recientes días la Secretaría de Obras Públicas del Estado, informó que si en Parral continúan presentándose lluvias fuertes como las ocurridas la semana pasada, la obra podría pausarse por seguridad de los trabajadores y de la misma obra, cuestión que retrasaría su desarrollo. Según se señaló, la lluvia en exceso podría influir, en dado caso, a que los trabajos se vean interrumpidos y con ello avance de manera más lenta provocando retrasos según establece el proyecto.
Hasta el momento se está trabajando de manera correcta y sobre todo con todas las medidas para que la obra sea segura y de calidad; asimismo, en caso de que las lluvias sean constantes, los trabajos del armado de acero continuarían sin ninguna dificultad.
Una presa nueva al final del Río Parral: Posible solución
Aunque se construyan nuevos espacios de estacionamiento en las inmediaciones del río, este continuará buscando su cauce y cobrará vida cada vez que haya una temporada de lluvias como en los meses mencionados. Especialistas en el tema han referido que una posible solución para que se canalice el agua es construir una presa al final de este cauce, así retener todo el líquido vital y ser suministrado de vuelta a los parralenses a través de las tuberías domiciliarias. De acuerdo a la información, esto permitiría mantener regulados los niveles del río y evitar inundaciones en diferentes sectores, ya que el flujo sería constante para ingresar hacia la nueva presa.
Por su parte, el director de la Junta Central de Agua y Saneamiento, Mario Mata, explicó que ese proyecto podría crearse a partir de una solicitud hecha por el Gobierno de Parral, o bien por el Gobierno del Estado hacia la Comisión Nacional del Agua, la cual es encargada de dar estos permisos para la construcción de una presa que permita la contención del recurso hídrico y a la vez su distribución a los domicilios. El proyecto es analizado por las autoridades correspondientes.