La Guardia Nacional realizó el descubrimiento fortuito del paradero de más de mil 500 migrantes que estaban secuestrados en Gómez Palacio en varias casas de seguridad por un grupo de la delincuencia organizada.
Los migrantes iban a bordo de más de 50 autobuses de pasajeros y fueron interceptados por un grupo delictivo que se hizo pasar por policías federales que realizaban un retén y posteriormente fueron secuestrados.
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Después de cinco días de tenerlos retenidos, sus captores, al percatarse de la presencia de drones que realizaban una exploración de la zona, huyeron, dejándolos libres.
“Tomy”, uno de los migrantes, indicó a El Sol del Parral que ingresaron al país el 26 de noviembre del 2022 por la frontera sur de Chiapas, “ahí solicitamos un permiso para cruzar el país, dándonos 30 días para llegar a Ciudad Juárez y solicitar asilo en Estados Unidos”.
“Fuimos secuestrados en Gómez Palacio por un grupo de personas disfrazados de policías federales, quienes nos bajaron de los autobuses que habíamos abordado en la Central de Camiones Norte en la Ciudad de México con destino a Ciudad Juárez”, dijo uno de los migrantes.
El grupo de migrantes caminaron por la carretera de Gómez Palacio, pasaron por Bermejillo y posteriormente llegaron a Jiménez, tras hacer un recorrido de 241 kilómetros, donde varias patrullas de la Guardia Nacional se toparon con ellos, sin saber de dónde habían salido, y luego decidieron acompañarlos en su camino rumbo al poblado de Bermejillo, según narran un grupo de nicaragüenses que dan su testimonio a Organización Editorial Mexicana.
En Bermejillo fueron recibidos por los pobladores y el alcalde de Mapimí Fernando Reverte Granados, les brindó hospedaje y transporte al poblado de Escalón en la frontera sur de Chihuahua y Durango, para luego seguir al municipio de Jiménez gracias al transporte que les brindó el ayuntamiento.
Actualmente descansan en dos albergues habilitados en los gimnasios Manuel Gómez Morín y Luis Donaldo Colosio, para darles refugio temporal mientras se ponen de nuevo en marcha para llegar a Estados Unidos.
BUSCABAN LLEGAR A CIUDAD JUÁREZ
El grupo de migrantes es originario de varios países como Nicaragua, Brasil, El Salvador, Guatemala, Belice, Honduras, República Dominicana.
Al llegar a territorio mexicano, les otorgaron un documento donde les permitían el libre paso por el país por “razones humanitarias”, con una validez de 30 días.
“Venimos pagando pollero, para asegurar nuestro tránsito y un guía a la frontera”, señala Tomy, y aclara que “todos los que cruzamos por México sabemos que tenemos que pagarle a uno de estos personajes, coyotes o polleros, para arribar a la frontera de manera más segura.
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Tomy cuenta que llegaron a la Ciudad de México, y fueron directamente a la Central Norte de Camiones de Pasajeros para comprar boletos con destino a Ciudad Juárez.
“Dentro de la central, a unos nos decían que los camiones más seguros era de una línea Valle del Guadiana, otros que los Chihuahuenses, unos más de línea Futura, cada quien compró el boleto de la línea que le parecía más segura, todos con la intención de hacer un viaje sin escalas y directo a la frontera”.
Recuerda que el viernes 2 de diciembre, “un grupo de personas vestidas como policías y con armamento nos indicaron a pie de carretera que bajáramos y abordáramos unas Combis, y luego nos introdujeron en unas casas donde nos exigieron cinco mil pesos por persona, para poder seguir nuestro camino. Fueron cinco días muy difíciles para todos, nos daban una sola comida y poca agua por día, no había sanitarios y teníamos que hacer de nuestras necesidades en un espacio, fueron muy malos con nosotros”.
Señaló que los niños y las personas mayores estaban muy angustiados, ya que constantemente nos amenazaban para que les diéramos los 5 mil pesos, con los cuales no contamos porque ellos tenían nuestras pertenencias”.
“Queremos dejar en claro que nadie nos rescató, hemos visto que dicen que la Guardia Nacional nos liberó de nuestro cautiverio, pero no fue así”, aseguraron varios otros migrantes que acompañan a Tomy.
Varios migrantes comentaron junto a Tomy que al parecer los drones que sobrevolaban las casas donde los tenían, buscaban los camiones, ya que al momento de escuchar los aparatos, sus raptores salieron a ver qué sucedía y luego salieron huyendo al percatarse que detrás de los drones, venían agentes de la Guardia Nacional.
“Yo digo esto porque luego de que nuestros captores escaparon, nosotros aprovechamos la oportunidad de salir de las casas que dejaron con las puertas abiertas luego de que ellos huyeron. Los policías de la Guardia Nacional no iban por nosotros, ellos buscaban los camiones que estaban estacionados cerca de las casas, porque al salir nosotros ellos se quedaron sorprendidos cuando corrimos y llegamos a la carretera”.
Luego se percataron que no eran solamente ellos los secuestrados, sino cientos de migrantes más que se encontraban de camino.
“Ahí cuando nos vieron juntos, y que contamos más de mil sobre la orilla de la carretera, algunos elementos de la Guardia Nacional nos custodiaban en nuestro camino, nosotros estábamos muy asustados, no teníamos confianza en los policías después de que el grupo criminal disfrazados de policías nos retuvieron en nuestro camino”, subrayan. Con información de El Sol de la Laguna y El Sol de Durango.