Llevan a cabo la Misa Crismal, como cada Martes Santo los presbíteros de la Diócesis de Parral renovaron sus promesas sacerdotales, para ejercer su ministerio con fidelidad; asimismo, el Obispo bendijo los Santos Óleos que durante el año se impartirán en los diferentes sacramentos.
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Este Martes Santo la feligresía se unió para celebrar la Misa Crismal también denominada Misa de Unión y de comunión en la misión, presidida por el Obispo Mauricio Urrea Carrillo, y concelebrada por los sacerdotes pertenecientes a la Diócesis de Parral, quienes renovaron sus promesas en un acto solemne.
De manera especial la comunidad católica se unió en oración por los sacerdotes que hoy volvieron a presentarse ante Dios con el deseo de seguir sirviéndole, pidiéndole al Señor, fidelidad, y pasión en el apostolado y Espíritu de fraternidad cristiana hacia todas las personas.
En su homilía, el Obispo Mauricio Urrea Carrillo se dirigió de manera especial a los sacerdotes y en ellos a todo el Pueblo de Dios: “la temática de una Misa Crismal tiene que ver siempre con ese llamado que gratuitamente Dios hizo en beneficio de nuestra persona y en nuestra persona en beneficio de la comunidad”.
Resaltó que Dios les hizo un llamado para recibir la unción que se describe con este acontecimiento de recibir el Espíritu del Señor que está sobre aquel que ha sido llamado ungido y enviado, todo dentro del magistral plan salvador de Dios.
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“Todo preparaba ya la encarnación, la venida del Hijo del Hombre en nuestra carne, ese cumplimiento al que el Señor alude en la conclusión del texto evangélico, hoy se ha cumplido esta palabra, tiene que ver con el plan salvador de Dios, finalmente se ha echado a andar la transformación radical de la humanidad y de este mundo, eso que llamamos redención, ahí están los pasos, este anunciar la buena nueva a los pobres, dar la luz a los ciegos, liberar a los oprimidos, proclamar un año de gracia, todo ello tiene que ver con esa acción transformadora radical que el Señor comienza en la persona de su Hijo, el Sumo Sacerdote Eterno”, mencionó.
Comentó cómo la unción esta siempre ligada a la partícula “para”, ungido para, unción y misión indisociablemente unidas, nunca es un privilegio clasista, clericalismo, sino que siempre es servicio, misterio al pueblo santo de Dios.
“Todo se origina en el Sumo Sacerdote que recibe esta designación por parte del Padre en su Bautismo, que nos congregó aquí en la cena de Pascua para instituirnos también nosotros ministros de su propia y misma misión, que grave responsabilidad ha depositado en nuestras frágiles manos el Señor, proseguir en medio de los hombres la obra del Cordero Inmaculado”, finalizó.
Al término de la reflexión los sacerdotes realizaron la renovación de las promesas sacerdotales, asimismo; el Obispo de la Diócesis de Parral bendijo el óleo para los enfermos y catecúmenos, así como el santo crisma que durante el año se impartirán en los diferentes sacramentos.