Sociedades de padres de familia de escuelas con alto aforo estudiantil, consideran que el recurso aportado por la Federación a través del programa "La Escuela es Nuestra", es poco comparado con las necesidades; señalan que es favorable que se le aporte recurso de forma directa, pero ahora solicitan la constancia en la operación del programa. Directivos de escuelas secundarias, como la Rogerio Aranda, consideraron que en cuatro años se podrían tener avances considerables en las escuelas, de momento, el recurso servirá para mantenimiento pero el mejoramiento será paulatino.
Recibe las noticias más importantes directo a tu WhatsApp
En un seguimiento a la implementación del programa "La Escuela es Nuestra", algunas sociedades de padres de familia de escuelas con alto aforo estudiantil expresaron sus preocupaciones respecto a la asignación de recursos.
Aunque reconocen la ventaja de recibir fondos de forma directa, consideran que la cantidad aportada es insuficiente frente a las necesidades existentes. En particular, destacan la importancia de obtener una constancia sobre la operación del programa.
Rocío Campuzano, presidenta de la Asociación de Padres de Familia en la Secundaria Federal Rogerio Aranda, compartió su perspectiva sobre la situación. Desde su posición representativa, señaló la insuficiencia de los recursos asignados, destacando las necesidades de infraestructura, seguridad y mantenimiento en una institución de gran envergadura como la Federal.
En este sentido, la representante mencionó aspectos como la seguridad de los niños, la iluminación, las bardas, pintura, vidrios, y el mantenimiento de gimnasios como áreas críticas que requieren atención.
Cuando se le preguntó si estas problemáticas eran exclusivas de la Secundaria Federal, Campuzano afirmó que la situación se extiende a varias escuelas, no limitándose solo a su institución.
En este sentido, reconoció la existencia de una problemática generalizada en las escuelas y expresó la necesidad de establecer contacto con otras sociedades de padres para compartir experiencias y estrategias.
Puedes leer: Culminarán 10 adultos sus estudios de Nivel Básico con Modelo Educativo de la Vida, en Ichea
Zocorro Cerrepeño Durán, presidenta de la Sociedad de Padres de Familia en Parral, coincidió en lo anterior y manifestó su disposición para establecer comunicación y colaborar con otras representantes de padres en diversas escuelas.
Porfirio Ruiz Torres, director de la secundaria Federal, destacó que la velocidad con la que se observan mejoras en las escuelas a través del programa "La Escuela es Nuestra" puede variar significativamente y depende de diversos factores. Aquí hay algunos elementos que pueden influir en el tiempo necesario para ver mejoras notables.
Destacó que considerar la cantidad y gravedad de las necesidades de infraestructura y equipamiento en la escuela juegan un papel crucial. Si la escuela tiene necesidades críticas, las mejoras inmediatas pueden ser más evidentes.
La eficiencia y eficacia en la gestión de los recursos asignados por el programa son fundamentales. Si la comunidad educativa y el Comité Escolar de Administración Participativa (CEAP) logran utilizar de manera efectiva y transparente los recursos, se pueden lograr mejoras más rápidas.
La involucración activa y comprometida de la comunidad escolar, incluyendo padres, docentes y estudiantes, puede acelerar el proceso de implementación de mejoras. La colaboración y la voluntad de trabajar juntos son esenciales.
También se debe de considerar que la capacidad técnica y logística para ejecutar proyectos de infraestructura también influye. Proyectos más grandes o complejos pueden llevar más tiempo.
La existencia de un plan de trabajo bien estructurado y una priorización efectiva de las necesidades puede acelerar el proceso. Un enfoque estratégico permite abordar primero las áreas críticas.
La continuidad del apoyo gubernamental y el compromiso de seguir asignando recursos en el tiempo son esenciales para mantener y mejorar las condiciones de la escuela de manera sostenible.
Comentó que en general, se podría esperar ver mejoras notables en un periodo de uno a varios años, dependiendo de la complejidad de las necesidades y la eficacia en la ejecución de proyectos. Es crucial mantener un monitoreo constante y realizar ajustes según sea necesario para garantizar el progreso continuo.