Realizan el ritual “Yumare”, tradicional en la cultura rarámuri para pedir a la naturaleza que haya más lluvias ante la sequía que azota a toda la entidad. Edgar Palma, coordinador del evento, dijo que el ritual se llevó a cabo durante este miércoles iniciando en la Catedral con una procesión para terminar en el Lago de las Garzas, donde hubo danza, cantos y bendiciones.
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Este día en que se celebra a San Isidro Labrador” se llevó a cabo un ritual en la comunidad serrana entre habitantes de Guachochi para pedir a Onoruame (Dios), a la madre naturaleza, que haya más lluvias en toda la región, dado que esto es fundamental para el desarrollo integral ante la sequía que azota al país.
Según expuso, Edgar Palma, coordinador del ritual, explicó que esta actividad es con el objetivo de que haya mayor líquido pluvial en los próximos días, ya que mencionó que la situación de sequía es histórica.
En este sentido, dijo que este evento inició en la Catedral de la Ciudad, donde arrancó una procesión caminando hasta el Lago de las Garzas, lugar donde se llevó a cabo el ritual para pedirle a la madre naturaleza que haya más lluvia en la zona serrana, así como en todo el estado.
Explicó que, pese a que Guachochi aún no está en riesgo de quedarse sin agua, esta se ha reducido de manera considerablemente en los diferentes cuerpos de agua con los que se cuenta, y que esto afecta en la productividad de los ganaderos y agricultores.
Fueron más de cien personas, entre la sociedad civil, religiosa y comunidades rarámuri quienes se citaron en el lugar mencionado y emprendieron el ritual, y que con danzas, canto y música, intentaron conectar con la naturaleza y pedir la intervención de Onoruame para que llegue más lluvia.
Por otra parte, el padre Enrique Urzúa, Vicario Episcopal de la Diócesis de la Tarahumara presidió la misa y en su homilía invitó a dar gracias a Dios por vivir en un paraíso en medio del agua, por lo que también exhortó a no solo pedir la bendición de la lluvia que hace falta en toda la patria, sino que también a cuidar de los bosques que son productos de agua y que, lamentablemente se están terminando con la tala inmoderada.
Así también, hizo mención que es muy bello que todos estén unidos como comunidad indígena y mestiza, y que todos estén pidiéndole a Dios por la lluvia.
Dentro de los protocolos, el religioso hizo la bendición del agua y de los manantiales que se encuentran en el lugar, pidiéndole de igual forma a San Isidro Labrador que favorezcan las lluvias.