Realizan homenaje póstumo al profesor José Francisco Ramírez; gran defensor del patrimonio científico y arqueológico al ser uno de los líderes de la Asociación Meteorito de Allende A.C.
Durante el transcurso de este martes, familiares del profesor José Francisco Ramírez Hermosillo le realizaron un homenaje póstumo a quien fuera gran promotor cultural y educativo en el municipio de Valle de Allende y la región, además de ser recordado por su incansable lucha por defender el patrimonio científico y arqueológico y ser uno de los líderes de la asociación Meteorito de Allende A.C.
El homenaje se llevó a cabo en la ciudad de Aguascalientes, el cual contó con la presencia de la esposa del profesor, Rosa Amelia Navarrete Bailón además de sus hijas Noelia, Tania, Alina Ramírez y su nieta Sofía Ramírez, siendo también transmitido a través de la página de Facebook.
El emotivo evento se realizó dentro del marco del 53 aniversario de la caída del Meteorito en el municipio de Allende, en el cual compartieron diversas experiencias, testimonios y fotografías del trabajo del profesor José Francisco.
“Motivado por la belleza de este lugar de Allende, la nobleza de su gente, pero aún más conmovedor, el lugar donde encontró su gran amor Rosa Amelia Navarrete, nuestro padre vivió los últimos 20 años en este municipio en el que cumplió sus más grandes anhelos, lograr dar a conocer el fenómeno de la caída del meteorito no solo en este municipio, sino en el mundo entero”, expresaron sus hijas.
Cabe señalar que la infancia del profesor José Francisco fue sencilla pero llena de amor al lado de sus padres, sus primeros años los vivió haciéndola de monaguillo y de cualquier menester de obra, pintor de casas, ayudante de carpintería; desarrolló desde muy temprana edad oficios que le enseñarían el valor de la minuciosidad, prolijidad y perfección en las tareas manuales.
Nació en el Pabellón de Arteaga de Aguascalientes, pasó su etapa escolar en la escuela religiosa, hasta emigrar a Roque, Guanajuato, en el año 1972 para estudiar capacitación para el trabajo agropecuario en la especialidad de ganadería.
Su gran interés por la filosofía y política lo llevó a ser un nato líder y representar a sus colegas en el movimiento del 68, en donde fue forjando el espíritu idealista y comunista, sentido de igualdad y justica. Fue en el año 1969 cuando una vez culminados sus estudios, fue enviado a la escuela Normal Rural de Salaices, durante un paseo por el valle conoció a quien se convertiría en su esposa en el año 1972, la señora Rosa Amelia Navarrete Bailón.
El profesor es recordado por su gran vocación en Pedagogía, esta ciencia fue para él la razón de la mayoría de sus búsquedas intelectuales, le interesaba buscar estrategias para que las personas sembraran aprendizajes y conocimientos, logró liderar en el estado la dirección general de educación media superior, proponiendo modelos y manuales de microenseñanza para la educación agropecuaria del estado.
De igual forma, buscó construir un espacio para promover las ciencias y las artes; el museo del Meteorito, representaba una hazaña singular, pues siempre se preguntaba mil maneras de difundir la historia y descubrimiento científico sobre este fenómeno que a él lo había marcado profundamente, una marca heredada y forjada por su suegro el señor Benedicto Navarrete, icono y personaje que con su anécdota meteórica cautivaba a cualquier persona.
“Al final es seguro que el proyecto Meteorito de Allende sea originariamente una especie de honra por la vida y obra del señor Benedicto, siendo gracias a este sentir que logró conformar una organización con su propia comunidad, primero tenía que convencer a su gente más cercana sobre la gran relevancia y luego cumplir esta misión; promover la cultura a través del conocimiento astronómico”.
Con el trabajo que emprendió con la fundación de la Asociación, el profesor José Francisco decidió mudarse a Allende, en donde pasó sus últimos días de vida con gran amor al pueblo y a su nueva misión de vida.
“Mis trabajos son testimonio de mis inquietudes sociales e intelectuales lo que es una manera de trascender en la vida”, frase del profesor.