El 5 por ciento de los accidentes atendidos por la Cruz Roja durante el periodo de enero a abril del presente año fueron a causa de la ingesta excesiva de alcohol. El coordinador de Socorros de la Cruz Roja, Dagoberto Porras, manifestó que en estas ocasiones ha sido difícil aplicar los primeros auxilios, debido al estado intransigente en el que se encuentran.
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En el periodo de enero a abril del presente año, la corporación de la Cruz Roja delegación Parral dio a conocer que han brindado un total de 350 atenciones de diversas situaciones a la ciudadanía parralense, de las cuales al menos 16 de ellas, las personas se encontraban en estado etílico.
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El coordinador de Socorros de la unidad, Dagoberto Porras, manifestó que pese a ser una cantidad significativa de estos casos, las personas que son atendidas en estado etílico son más difíciles de auxiliar.
Lo anterior, ya que en ocasiones su estado emocional los hace entrar en un periodo de intransigencia, por lo que se dificulta brindarles la atención que requieren puesto que a veces, se niegan a recibirla aún y cuando sea una emergencia.
En este sentido, manifestó que los paramédicos deben mantener la paciencia "intocable", pese a que en ocasiones reciban insultos o bien, gritos y empujones, por lo que deben mantener la calma en todo momento.
“Por desgracia, hay mucha gente que padece enfermedades vinculadas a conductas adictivas provocadas por el consumo de alcohol. En muchos casos, estas conductas se traducen en violencia, por lo que no queda más que ser paciente, pero también llevar mucho cuidado con ellos, puesto que tanto su integridad como la nuestra es primero.”
Señaló que una intoxicación por alcohol puede estar causada por muchos factores, pero el principal es su consumo excesivo, pues es necesario consumir alrededor de 4 ó 5 copas para poder estar borracho, siendo comúnmente en los jóvenes ver que han consumido más de lo señalado.
Manifestó que algunos de los síntomas que ayudan a identificar a una persona ebria son principalmente el aliento, la pérdida de la conciencia o convulsiones, pupilas dilatadas o movimientos oculares más rápidos de lo que normalmente son para otros.
Asimismo, latidos cardíacos rápidos y respiración lenta, pérdida del equilibrio o incapacidad de caminar derecho o permanecer parado, náuseas y vómitos y por último que, al estar preguntando por su situación, éste hable de manera incoherente o fuertemente, además de sus cambios de humor rápidos.
Por ello, Porras Ruiz recomendó a la ciudadanía en general a no consumir altas cantidades de bebidas embriagantes, a fin de no ser propenso a una caída que pueda derivar en una lesión que deba ser atendida por parte de los paramédicos, puesto que recordó que su salud es primero.
