Un día primero de febrero de 1979 a la edad de 21 años, el ingeniero Saúl Loya Pacheco comenzó su trayectoria en el Instituto Tecnológico de Parral, la escuela de educación superior más reconocida por los parralenses. En el marco de los festejos del 49 aniversario del Tecnológico de Parral, el ingeniero Saúl Loya Pacheco es uno de los 10 profesores con mayor trayectoria como docente en la historia del plantel.
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Su vocación por la docencia lo ha llevado a dar clases por más de cuatro décadas en la formación de profesionistas que se han colocado en diferentes ciudades de México y Estados de la Unión Americana.
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Para el catedrático, ésta ha sido la profesión más noble que le ha traído muchas satisfacciones. Consideró que ha sido un honor ser parte de esta institución educativa que ha contribuido al crecimiento y desarrollo de nuestra ciudad.
Saúl Loya Pacheco ha dedicado 46 años a la docencia en “el Tec”, como se le conoce. El maestro señaló que de tres edificios construidos en campo abierto en el año de 1975, actualmente es la institución educativa de nivel superior más bonita y reconocida por la gente, de tal forma que se le quedó el título “máxima casa de estudios”. En aquellos años el Instituto Tecnológico de Parral nació de la necesidad de una escuela de educación superior.
El catedrático indicó que comenzó sus estudios de ingeniería industrial en producción en el Instituto Tecnológico de Chihuahua, terminando su especialidad en el Tecnológico de La Laguna. Comenzó a trabajar de oficinista en el Tecnológico de Parral, en el departamento de planeación, una sección de informática donde analizaba los datos académicos; después de un semestre, comenzó a dar matemáticas IV, “cálculo diferencial” en nivel técnico.
Desde hace algunos años imparte las materias de ingeniería de investigación de operaciones I y Álgebra lineal; sin embargo, siempre se ha especializado en las ciencias exactas: matemáticas, física y estadística principalmente. Dijo que, como maestro, es un reto motivar al alumno el estudio de estas asignaturas, para ser catedrático de matemáticas se requiere seriedad, preparación y gusto por las ciencias; empero, es una gran satisfacción ver que los alumnos forman el interés por el estudio.
Testigo del crecimiento del Tec
En entrevista para El Sol de Parral, mencionó que como maestro le tocó ver el crecimiento de la institución, tanto físicamente como en formación y preparación del personal académico. En un principio, en el año 1975 la escuela se conformaba de tres edificios construidos en campo abierto. Lo que ahora son áreas verdes antes fue monte y así duró por muchos años.
Ahora es una institución muy bonita, una escuela que ha venido en desarrollo y crecimiento, no sólo en infraestructura, sino también en la preparación del personal y de los maestros, factor que se debe cuidar, ya que el personal docente es quien forma las mentes de los jóvenes profesionistas.
Agregó que actualmente la institución cuenta con maestros que han hecho postgrados, maestrías y hasta doctorados. De esta institución han salido grandes profesionistas que han puesto en alto el nombre del Tecnológico y de Parral, mencionó que parte de los catedráticos fueron egresados, sus profesores de manera continua están recibiendo cursos de capacitación y talleres que los hace crecer en conocimientos y en las actualizaciones de las nuevas tecnologías.
Sólo quedan tres maestros fundadores
El catedrático subrayó que actualmente sólo hay tres maestros fundadores que están dando clases en la institución. Para ellos, su reconocimiento, ya que son personas muy valiosas que están dejando huella. Tal es el caso de los profesores de matemáticas Francisco Durán y Blas Gómez, personas muy dedicadas a la docencia. De igual manera, el químico José Alberto Moreno. Todos orgullosamente fundadores de esta casa de estudios, su vida la han entregado por completo en la preparación de profesionistas y buenos ciudadanos.
Loya indicó también que hay otras seis personas que tienen más de 46 años de servicio, como Juan Amador y Jorge Cordero, pilares de ingeniería industrial; el profesor Oscar Cabrera, la maestra Genoveva Torres; el ingeniero Horacio Arredondo y la química Carmelita Avitia, sin olvidar tantos compañeros que andan en los 40 años en la docencia, como la profesora Susana Flores y Alma Delia Martínez.
No hay que olvidar personalidades que dieron renombre a la institución y que ya fallecieron, como los catedráticos Carmelita de Ávila y José Escárcega, quien fue subdirector del Tecnológico, sin olvidar al profesor Enrique Moreno García, autor de la letra del himno de los Institutos Tecnológicos. Otra figura importante que recuerda con mucho cariño es su hermano el ingeniero Leonel Loya Pacheco, quien fue director en los años 90, quien por ocho años dirigió la institución.
Consideró que su hermano dejó un legado importante a la institución, ya que creció en infraestructura, se crearon nuevos laboratorios y dio gran impulso a esta casa de estudios. Como director, en aquellos años fue una persona con un gran sentido de responsabilidad.
De igual manera, el ingeniero Leonel Loya, además de haber sido director del Tecnológico de Parral, fue fundador de la UT de Parral y Ciudad Juárez; Tecnológico de Delicias, Tecnológico II de Chihuahua, Tecnológico de Zacatecas y Tecnológico de Culiacán, Sinaloa.
Refirió Saúl Loya Pacheco, que como docente, es una gran satisfacción ver el rostro del alumno cuando hay respuesta, que se está cumpliendo con el cometido de enseñar. Y como todo reto, no hay peor obstáculo en que el estudiante se niegue a aprender algo. El aprendizaje es un binomio entre el alumno y el profesor. Hay que romper con el mito de que no se puede. Esto viene desde la primaria, sobre todo en las materias, como las matemáticas, estas pueden ser tan complicadas como cualquier otra, subrayó.