“La muerte de esta persona sigue siendo la lucha de poderes entre la delincuencia, no es fruto de la justicia”, fueron las palabras de Enrique Urzúa, presbítero de la Diócesis de la Tarahumara, sobre el hallazgo del cuerpo sin vida de una persona que podría ser el perpetrador del homicidio de los sacerdotes jesuitas Javier y Joaquín.
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Por lo anterior el párroco de catedral en Guachochi, Enrique Urzúa comentó que este es un tema de dominio público; sin embargo, todavía no se puede asegurar que la persona que encontraron es realmente el victimario de los presbíteros jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora.
“Para nosotros el hecho de que se confirmara que es él, no es lo más importante, no ayuda mucho, tal parece que la muerte de esta persona, sigue siendo la lucha de los intereses de poder de los grupos delincuenciales, no hablamos de un tema de justicia”, enfatizó.
El presbítero señaló que este hecho no es propio de la justicia, ni de las autoridades, ya que no fueron ellas las que dieron con su paradero, ni quienes aplicaron la justicia.
“La muerte de este hombre no confirma más que la realidad de violencia que estamos viviendo y que seguimos viviendo, donde las autoridades de los diferentes niveles, continúan siendo rebasadas por esta situación de delincuencia”, dijo.
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El entrevistado, reafirmó que la comunidad no está contenta porque se encontró al supuesto asesino de los padres, sino al contrario, la Diócesis de la Tarahumara no quiere ni desea la muerte de nadie, ya que más bien se busca la justicia, la paz y tranquilidad de la sierra.
Enrique Urzúa declaró “la muerte de este hombre no garantiza lo que buscamos y por lo que estamos luchando, con esta noticia la comunidad no es que se encuentre alegre, yo creo que nadie de aquí queremos la muerte, hubiéramos querido que fuera de otra manera, que se hubiera aplicado la justicia, que el Estado hubiera hecho lo que tenía que hacer para capturar a una persona que actúa contra la vida de los demás”.
Indicó que en el transcurso del día, tanto los presbíteros que se encuentran en aquella zona, seminaristas así como la comunidad, concluyen que la muerte del supuesto asesino no es motivo de alegría, ya que estarían cayendo en un tema de la búsqueda de la venganza.
“Como cristianos no es la venganza lo que buscamos, tenemos que procurar la paz, tranquilidad de nuestras tierras y es lo que no se está dando, una muerte de estas no garantiza eso, por lo que luchamos y trabajamos que es una comunidad más amable en nuestros lugares”, refirió.
Finalizó diciendo que aun confirmando la identidad de la persona fallecida así como se presentó hoy con los informes que se tienen, no garantiza la paz y la tranquilidad de los pueblos en la sierra.