Con las lluvias se están recuperando las presas de la región sur del estado, indicó la Sader que la presa Pico de Águila del municipio de Coronado se encuentra llena y la presa de San Gabriel está a un 14 por ciento de su capacidad, las cuales benefician para su riego sembradíos de alfalfa, frijol, chile, maíz, sorgo y nogaleras de municipios la región sur del estado.
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Roberto Baca Perea, titular de la Sader región Jiménez, informó que hasta el momento se tiene garantizada la producción de alimentos en los productores que toman el agua para riego de estas presas, aun no se puede decir que también las del año entrante, ya que la sequía causó muchos estragos en el sector agropecuario, aun no se ha recuperado el campo, es necesario que continúe lloviendo.
Pero para esta región de Jiménez, Cornado, Villa López, Allende y Parral, las precipitaciones y el agua de las presas vendrán a recuperar algo de los estragos que causaron las sequías de más de cinco años, la tierra ya se encontraba muy seca, ya ni pastizales había para la alimentación del ganado, dijo que este último mes de julio ha sido muy benéfico para los productores, la recuperación de agua en los niveles de pozos y de las presas será aprovechado.
Así también, indicó que en la región de Jiménez son alrededor de seis mil 500 hectáreas de alfalfa, unas 14 mil 500 de nogal, de frijol 400 hectáreas consideradas como pocas ya que hay escasez de este grano en la región, de chile se tiene plantadas mil 400 hectáreas, maíz unas mil 200 hectáreas y de sorgo se tienen 500 hectáreas, todos estos plantíos se van a recuperar gracias a que las presas están retomando sus niveles y los productores se encuentran ya muy optimistas.
Por otra parte, señaló el funcionario de Sader que da gusto que la presa Pico de Águila con una capacidad de 50 millones de metros cúbicos ya se encuentra en sus niveles, es decir ya llena en sus capacidad, además la presa de San Gabriel del municipio de Ocampo, Durango, con una capacidad de 250 millones de metros cúbicos está en un 14 por ciento de su capacidad, dijo que sin estas lluvias se dejarían de sembrar alrededor de dos mil hectáreas menos; sin embargo, el panorama cambio y ya hay muchas esperanzas a que se recupere el campo.