Solo el Covid-19 le impidió participar en la cabalgata regional de este año a la profesora jubilada Elvira Caro, quien a sus 69 años es la única mujer fundadora de la Gran Cabalgata Villista, en la cual participó en las 24 ediciones que se han realizado. Tanta es su pasión por los caballos y el general Francisco Villa, que ese tiempo de pandemia le sirvió para escribir un libro sobre las aventuras y travesías de la cabalgata, espera participar el año entrante en la Gran Cabalgata Villista número 25 para cumplir 70 años de vida.
Debido a la contingencia del Covid-19 por segundo año consecutivo se suspendió la XXV Gran Cabalgata Villista en el estado, sin embargo para no pasar desapercibidas las Jornadas Villistas, los presidentes municipales de Zaragoza y Parral apoyaron en la organización de una cabalgata regional, debido a que muchos de estos jinetes continúan llevando las medidas sanitarias decidieron no participar en la cabalgata de este año, entre ellas se encuentra Elvira Caro Sáenz, profesora jubilada que ha participado en todas las cabalgatas villistas.
Señaló la profesora que este año el Covid-19 la detuvo para participar en estas Jornadas Villistas en la cabalgata regional, lo cual es una situación triste, ya que es parte su vida el andar a caballo, sin embargo considero que es más importante cuidarse y estar con la familia, el andar en la cabalgata es andar en familia y con amigos “donde va el jinete va la familia”, este año por la contingencia prefirió mejor irse a Monterrey con su hijo para no entrar en la tentación de participar.
Dijo la maestra que su gran admiración al general Francisco Villa fue la inspiración de ser parte del contingente de la Cabalgata Villistas desde 1995, fecha en que se realizó por primera vez y organizada por el licenciado José Salcido, el fundador de este movimiento que ya forma parte de la historia del estado, refirió que es la única mujer fundadora que queda de las que formaron la Asociación de la Gran Cabalgata Villista.
La cabalgata es algo donde se sufre, pero a la vez lo disfrutamos mucho, y es una satisfacción “ver cuántos jóvenes están siguiendo la tradición, eso nos llena de mucho orgullo, es una cosa fabulosa ver a las familias completas andando a caballo”, dijo que uno de los problemas fuertes es la cuestión financiera, ya que los caballos es tener otra familia, todo el año son alimentados, cuidados y preparados para cuando se llega la cabalgata.
Comentó que durante las travesías si es algo complicado, pero ya es cosa que llevamos dentro, “nos gusta y es cuestión de cumplir con mi general Villa”, dijo que hay muchas alegrías durante la cabalgata, pero lo más triste es ver cuando anda enfermo un caballo o que se muere en el camino, “la pérdida de estos animales que mueren por la falta de pericia de sus dueños o porque no los trabajan durante el año para poder aguantar la cabalgata, eso dolió mucho”.
Incluso con el transcurrir de los años y vivencias que se han tenido, llegó a escribir el libro “Soy Cabalgante” donde narra sus experiencias, vivencias y situaciones que se presentaron durante los recorridos por los municipios del estado, los campamentos campestres que realizaron junto a los ríos y arroyos, comentó que son grandiosas las noches de luna y cielo estrellado que resguardaron los sueños de tanto jinete junto con sus familias, lo más increíble fue montar bajo la lluvia en días calurosos.
Todo esto narrado en su libro, así también refirió que a sus 69 años tiene la esperanza de participar en la edición XXV que queda pendiente, ya que el año pasado tampoco se realizó, su sueño es retirarse de la cabalgata el año entrante, si Dios se lo concede, sería la cabalgata 25 y cumpliría la edad de 70 años.